Alejada de terremotos que marcaron los estrenos de la selección española en grandes torneos recientes y ajena al institucional en la Federación desde todo lo acontecido en torno a la figura de Luis Rubiales, el seleccionador Luis de la Fuente y sus 26 jugadores elegidos para la Eurocopa 2024 llegarán al debut ante Croacia tras una preparación sin sobresaltos. Más allá del difícil trago de tener que comunicar a tres jugadores de la trayectoria de Marcos Llorente, el futuro de Pau Cubarsí o Aleix García tras el mejor año de su carrera, que eran los tres descartes para dejar el grupo de 29 en 26 elegidos, nada ha alterado la paz y el ambiente familiar que se respira en la selección española.
Una convocatoria con menos debates que nunca, una primera semana en la casa de la selección, la Ciudad del Fútbol, de buena convivencia, trabajo más orientado a la recuperación que a la carga, dos amistosos ante rivales de perfil bajo como Andorra e Irlanda del Norte para aumentar la confianza previa a la gran cita. Diez goles a favor, uno en contra, últimas pruebas para terminar de dar forma a un once bastante definido. La seguridad interna de que juegue quien juego los 26 suman. Sin egos ni grandes estrellas que alteren la paz necesaria.
El regreso a la normalidad que marcó el camino del éxito de la mejor generación de futbolistas españoles entre las Eurocopa 2008 y 2012. La primera con un mayor revuelo en torno a la figura de Luis Aragonés, que encaraba su última competición al mando y la Federación ya tenía cerrada la llegada de Vicente del Bosque como sucesor. Desatado cuando España sorprendió con su nivel de juego y fue avanzando rondas hasta la gloria.
Con Del Bosque debates deportivos en algunas demarcaciones antes de los estrenos en el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012 conquistadas. Con la sombra de la duda sobre la justicia al reconocimiento a la 'generación de oro' para un último baile que no estuvo a la altura en el Mundial 2014. Nada a la altura de lo que ocurrió en la siguiente Copa del Mundo en Rusia 2018.
El 'terremoto' Lopetegui
España ya estaba concentrada en su base, en la ciudad rusa de Krasnodar, a tan solo dos días de su estreno en el torneo, de alta exigencia ante la Portugal de Cristiano Ronaldo, cuando una noticia desencadenó un terremoto inesperado. Era el 12 de junio de 2018 cuando el Real Madrid anunció de forma inesperada la llegada de Julen Lopetegui como nuevo entrenador.
A la conclusión del Mundial 2018, el técnico vasco tomaría las riendas del Real Madrid y se desvincularía de la Real Federación Española (RFEF), con la que tenía contrato firmado hasta 2020 cumpliendo la ley no escrita de renovación a los seleccionadores antes de un torneo. Tras horas de un revuelo que fue creciendo en cuanto se filtró el enfado de Rubiales, la llegada de Rubiales a la concentración esa misma noche hizo que, un día después de la noticia, saltase toda la planificación por los aires.
Tras una mañana repleta de tensión Lopetegui fue destituido del cargo de seleccionador y Fernando Hierro, director deportivo, tomaba las riendas a horas del debut. Un duro golpe para el grupo de jugadores que acabó empatando en el estreno y se fue del Mundial eliminada por la anfitriona Rusia en la tanda de penaltis de octavos de final, habiendo ganado un solo partido y por la mínima ante Irán.
El positivo de Busquets
La incertidumbre también acechó a la selección española en su siguiente torneo grande, la Eurocopa 2020 disputada en 2021. Una preparación alterada por el positivo por covid-19 de Sergio Busquets que provocó una 'burbuja' con los internacionales concentrados, entrenando y comiendo de forma individual en unos días sin contacto con nadie, teniendo que sustituir la sub-21 a la absoluta en un amistoso ante Lituania en Leganés.
Todo cambió de golpe para el grupo dirigido por Luis Enrique a una semana de su estreno en la competición, contra Suecia en La Cartuja. Una alteración en la preparación que afectó en la primera fase. Una imagen impactante al salir el capitán Sergio Busquets en un vehículo medicalizado para completar su viaje de vuelta a casa inesperado. Sumándose al equipo durante el transcurso de una Eurocopa que España afrontó con la peor preparación posible desde el punto de vista psicológico y físico.
La lesión de Gayá y Luis Enrique streamer
A la última competición de grandeza que llegó España lo hizo con un sobresalto final, la lesión de tobillo de José Luis Gayá en un entrenamiento. A dos días del estreno en Doha Luis Enrique Martínez anunció su decisión, pese a que había opciones de estar recuperado para el último partido de la fase de grupos, no quería riesgos. Regresaba a Valencia y su hueco lo ocupaba Alejandro Balde.
La decisión de Luis Enrique que más sorprendió a todos, jugadores y directivos de la Federación, fue hacerse 'streamer' durante un Mundial. Con un estilo desenfadado, respondiendo a todo tipo de preguntas y atacado por sus directos a la hora de partidos del torneo, el técnico asturiano desvió la atención de lo deportivo hacia su figura. Todos estaban pegados a la pantalla del móvil en cada uno de sus directos que fueron una revolución en el 'cuartel general' de la Roja.
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