El joven delantero de la selección, antes del partido. | Reuters - Leonhard Simon

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Lamine Yamal es el nombre de moda. Su providencial actuación en la semifinal frente a Francia permitió al más joven de la Roja arrastrar a la selección española de fútbol a una nueva final de Eurocopa. Lamine Yamal anotó con un tremendo zurdazo a la escuadra el gol de la igualada. Se desató la locura, y con la emoción se le olvidó gesticular como acostumbra durante las celebraciones de sus tantos. Su gesto con las manos señala un código numérico: '304'. Es un código postal. Tras el mensaje se halla Rocafonda, su barrio. La cuna que vio nacer al chico de oro.

Rocafonda es un barrio de Mataró, en la comarca barcelonesa de El Maresme. Como tantas otras zonas en áreas metropolitanas, su origen se ubica a finales de la década de los sesenta del siglo pasado, en lo que otros tiempos eran campos de cultivo. Al principio Rocafonda acogió a numerosas familias de clase obrera de procedencias como Andalucía, Murcia o Extremadura. Con los años se les añadió un sustrato migrante, especialmente del Magreb y del África subsahariana, aunque también de América Latina, Asia y Europa del Este.

Las actuales estadísticas oficiales disponibles contabilizan que casi la mitad de sus vecinos se encuentran en riesgo de exclusión social y pobreza. Los que conocen el barrio en el que se crio Lamine Yamal refieren las problemáticas comunes a muchos otros de ciudades españolas: altos edificios sin ascensores, masificación en algunas calles, ambulatorios y centros escolares públicos. La abundante población envejecida se entremezcla con un destacado crecimiento de población inmigrante.

Entre los niños y chavales del barrio de Mataró Lamine Yamal ya era el héroe indiscutible incluso antes de que marcara el histórico gol frente a Francia en Múnich. Su gesto es repetido por los pequeños en los parques y entradas y salidas de colegio. Tienen claro cuál es el ejemplo a imitar. Las calles y plazas de Rocafonda plagadas de gentes dispares son alabadas con cada gol de Lamine Yamal, quien de crecer a pasos agigantados en La Masia y ver los partidos por la televisión se ha convertido en el futbolista más joven en anotar en una Eurocopa. También fue designado mejor jugador del encuentro, otro logro para la precoz estrella de España.