El fútbol balear volvía a registrar otro episodio violento este miércoles.

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Los episodios violentos no cesan en el fútbol balear. El partido Son Verí-Santa Mónica de la División de Honor de Mallorca tenía que suspenderse este miércoles después de que uno de los jugadores del equipo local empujara a uno de los asistentes, según informa Deportes Cope Mallorca.

El encuentro, aplazado de la octava jornada, tenía que verse interrumpido con media hora por delante después de que el colegiado señalara un penalti favorable al Santa Mónica. Una acción que desembocó en una serie de insultos y en un empujón al asistente por parte de un jugador del Son Verí que llevó al árbitro Jaume Mas Capó a detener el encuentro y a solicitar la presencia en el campo de la fuerza pública.

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Según la información de la Cadena Cope, el árbitro recogió en el acta los hechos: «Varios jugadores del Son Verí rodearon tanto a mí como al asistente profiriendo insultos como 'hijos de puta, desgraciados, putos subnormales de mierda' y amenazándonos. En medio de esa confrontación el dorsal 8 del Son Verí, Alioune Seck llegó a empujar en el pecho a mi asistente número 1, lo que nos llevó a suspender momentáneamente el partido». Añade, además, que algunos futbolistas locales lanzaron sillas y que el colegiado llego a temer por su integridad.

Estos hechos llegan solo unos días después de los incidentes que se registraron en Sant Joan de Labritja (Ibiza), durante un partido de juveniles entre la Penya Independent y el Andratx.