Sarmiento y Marco Asensio, el dúo letal que maravilló al planeta fútbol
El atacante del Platges de Calvià es uno de los futbolistas con más talento en Tercera y en edad juvenil formó una conexión inolvidable con el jugador del PSG
Imagen de Sergio Sarmiento, jugador del Platges de Calvià y un atacante con un talento desbordante. | M.A.G.
El tren del deporte de élite suele pasar una vez en la vida. Rara vez hay dos frecuencias. Sin embargo, no a todos los que el fútbol profesional les da la espalda es porque no tienen calidad y talento. En ocasiones la vida es caprichosa. Un paso en falso, una mala decisión, un error de cálculo resulta decisivo para frenar la progresión. Pero el toque de balón permanece, la ilusión se mantiene y la fe en el fútbol no se pierde. Si existiera justicia en el deporte del balón Sergio Sarmiento (Palma, 1996) llevaría muchas temporadas instalado en el fútbol profesional. No es una afirmación gratuita porque se trata a sus 29 años de un futbolista con ángel, con un don especial, con un fútbol de etiqueta. Juega en un buen equipo, un club potente y muy bien organizado en todos los sentidos como es el Platges de Calvià dirigido por Carlos Martínez.
Sin embargo, y pese a ser uno de los más brillantes futbolistas de Tercera, su espacio estaba reservado para jugar en categoría superior. Tampoco es una afirmación gratuita. Sergio formó parte de las categorías base del Mallorca desde donde llegó del Ramon Llull. Engrosó una quinta de futbolistas espectacular. Llegó Marco Asensio y junto a Sergio formaron un dúo letal.
Goles y más goles y el nombre de Sergio Sarmiento empezó a rodar por el fútbol balear y español. Fijo en la selección autonómica llegó a ser internacional con España sub 16. El trampolín perfecto para una carrera soñada que se quedó a mitad de camino. Ultima Hora se cita con el futbolista para rememorar esos años y el presente actual. Es un chico listo, que piensa bien antes de responder y que no rehúye una mirada al pasado. Solo tuerce un poco el gesto cuando se le insinúa que él era mejor que Marco. Ahí sí que frunce un poco la ceja. «La típica frase de que tú eras mejor cansa, me la siguen diciendo», relata. «Mi problema es que la madurez me llegó tarde. Me llegó con 25 años. Ahí me di cuenta de que ese había sido mi gran problema. El fútbol no te espera». Esa fue su primera reflexión. La pensó antes de contestar. En el terreno de juego es rápido, es intuitivo, con un manejo de balón único y una pegada letal.
Ficha alta y contratos
A la hora de hablar espera paciente para construir un mensaje claro. ¿Qué sucedió para madurar tarde? Sergio lo tiene claro: «Me encontré con 17 años en el Mallorca cobrando una muy buena ficha, cada mes tenía un paquete de Nike con botas nuevas. Me llegaban antes de que saliera la promoción por la televisión y todo eso no lo valoré. Empecé con Adidas y en época cadete Nike me firmó. Entrenaba con el primer equipo con 17 años en la época de Caparrós y era como si entrenara con mis colegas. Ni me lo tomaba en serio, ni descansaba, ni comía bien. No lo valoraba», recordaba Sergio. Antes que Marco Asensio fue Sarmiento quien llegó al club bermellón. «Primero fui yo y después llegó Marco y él cogió al tren. Él se lo tomó en serio y yo no. Éramos uña y carne», recuerda. Sin embargo, Sarmiento esparció fútbol de gala por los campos de España. Dos entrenadores destacan por encima del resto: Pep Sansó, que le dirigió en el juvenil B del Mallorca y Carlos Martínez, su mister actual en el Platges. «Sansó me empezó a decir que si no hacía esto o aquello no jugaba y Carlos me hizo entender que a según qué edades no puedes salir a esperar todos los balones al pie. Gracias a él maduré», analiza Sarmiento.
Una reunión clave
Volviendo la vista atrás, después de firmar un contrato de cinco años en el Malorca siendo adolescente pensó erróneamente «tener la vida resuelta». Y la pregunta inevitable. ¿Qué cambiaría si pudiera volver atrás? «Tomé una decisión en caliente. Hubo un año que estuve en el filial en Segunda B, la temporada en la que el Mallorca bajó de Segunda y nosotros de rebote caímos a Tercera. A la semana de acabar la Liga me llamaron del club y me dijeron que querían que yo fuese el líder del equipo de Tercera. Yo pensé que lo justo era seguir en Segunda B con el primer equipo y entonces me calenté y me fui y se acabó. Pepe Gálvez me insistía en que firmara, pero yo me negué. Se quedaron Sastre y Damián (en Segunda B), pero yo no y eso me chocó mucho. Ahora, a día de hoy, eso no lo haría. Me quedaría en el filial, haría buenos partidos y lucharía por subir. Pero en ese momento no tuve la frialdad de ahora ni la experiencia», recordaba Sarmiento.
De eso han pasado ya prácticamente siete años y el jugador no guarda rencor alguno al Mallorca. «Cero. Nada. Son cosas que pasaron en su momento y ya está». Después llegó la llamada del Córdoba donde vivió «un infierno». «No cobrábamos, no había organización, los vestuarios sucios. Y eso que llegamos a ir primeros y también entrenaba con el primer equipo, pero fue todo muy difícil. Estaba ahí solo con todos estos problemas», relataba.
Su asociación con Marco
Y llegados a este punto es inevitable hablar de Marco Asensio. «Antes de llegar a juvenil era muy pequeñito, pero en juveniles pegó el estirón y empezó a destacar. Disfrutábamos los dos de jugar juntos», explicaba. «Hasta División de Honor no era real lo que vivíamos, era algo único, ganábamos de diez goles, once, doce. A nosotros nos subían de categoría para progresar. Los rivales ni nos entraban», indicaba. Y en ese escenario los grandes se interesan. «Me llamó el Madrid pero yo era muy joven y decidí quedarme, ya me llamarán otra vez, pensé. En juveniles, ya con una cláusula de cinco millones, me llamó el Atletico y no quiso pagar. Llegó a un millón. Me reuní con Toni Prats, que era el director deportivo en esa época y me dijo, «antes vendo el estadio que a ti». Así me lo dijo. Estuve en rebeldía una semana, no fui ni a entrenar», recuerda Sergio.
Y el presente es el Platges y aunque ha habido ofertas de equipos de superior categoría ha ganado el club naranja. «Aquí estoy bien y ahora mismo creo que soy mejor futbolista que antes. En verano doy tecnificación con Toni Sánchez, actual entrenador cadete b del Mallorca (técnico y autor del libro Miradas desde el barro) y quiero seguir ligado al fútbol». Por ahora sigue repartiendo juego y talento en el fútbol balear. Es Sergio Sarmiento y continúa mejor que nunca ofreciendo fútbol de etiqueta.
Pep Sansó, Carlos Martínez y Toni Sánchez
El futbolista es un jugador importante en Calvià donde sigue disfrutando de jugar al fútbol. Empezó en el Ramon Llull, de ahí al Mallorca para jugar también en el Gavà, Córdoba, Poblense y Alcúdia. Todos los años y en todas las categorías ha marcado un buen número de goles, pero lo más valioso de su fútbol sigue siendo su visión, capacidad de desborde y obligar siempre a las defensas a estar pendientes de él. Como muy bien indica el propio jugador, uno de los técnicos que más le ha ayudado a progresar en su fútbol ha sido Carlos Martínez, entrenador del Platges de Calvià y uno de los técnicos más reconocidos del fútbol balear. Su libro de estilo ayudó a Sergio a aumentar su abanico de recursos sobre el terreno de juego. En su día fue clave otro gran técnico de nuestro fútbol como es Pep Sansó. En la actualidad también aprende de un entrenador joven y muy preparado como es Toni Sánchez. Rodearse de los mejores seguro que le hace también mejor.
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