Adiós a José Luis Dotti Millet, el vicepresidente del Espanyol más mallorquín

Tras las olimpiadas, el RCE Espanyol estaba sumido en una crisis económica considerable y José Luis se unió a la directiva para ser uno de los principales avalistas de la reconversión SAD. Su espíritu perico hasta la medula le llevó a ser vicepresidente en los años 93 a 97 junto a Francesc Perelló. Durante los 90 ocupó también un puesto de máxima responsabilidad en el Banco Natwest e introdujo varias empresas de software en el mercado español. Finalmente, tras su retiro, se dedicó en exclusiva a su gran pasión: la búsqueda de libros sobre Napoleón y España, creando una colección referente en dicha temática.

Mallorquín de adopción, al pasar todas sus vacaciones en la isla desde 1970, vivió sus últimas dos décadas en Mallorca, tierra a la que siempre estuvo unido al ser su mujer, Diola Maristany (conocida bailarina y coreógrafa), una mallorquina muy arraigada a su tierra. Yo fui su única hija y su mayor debilidad y también una fuente inagotable de frustración, por no escucharle jamás, y de rabia absoluta cada vez que le ganaba al dominó o al tenis. Su yerno, Emmanuel Graëve, y su hija le dieron la mayor alegría de los últimos años, su nieta Emma.

Jose Luis Dotti fue un hombre de carácter fuerte que jamás pasaba desapercibido. Deja una huella imborrable entre familiares y amigos como el personaje memorable que fue a lo largo de toda su vida. Como dijo su ídolo, Frank Sinatra: «He vivido una vida plena, viajé por todos y cada uno de los caminos, y más, mucho más que esto, lo hice a mi manera».