Adrián Abadía, Nacho Baltasar y Albert Torres, con la bandera de Baleares en el Consolat de Mar. | Jaume Morey

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A poco más de tres semanas para que el río Sena acoja la histórica ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, el deporte balear ha dado el pistoletazo de salida a la gran cita deportiva del año. El Consolat de Mar ha sido escenario este martes de un simbólico encendido del pebetero por parte de tres de los cerca de veinte deportistas -la lista no está cerrada- que representarán a las islas en una decena de modalidades.

El regatista Nacho Baltasar, el ciclista Albert Torres y el saltador Adrián Abadía, los tres ya con plaza garantizada, protagonizaron un acto que contó con la presencia de las principales autoridades institucionales. La presidenta del Govern, Marga Prohens, ejerció de anfitriona de este acto de despedida al que se sumaron el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés; el alcalde de Palma, Jaime Martínez, o el comandante general de Baleares, Fernando Luis Gracia Herréiz, entre otros, como la presidenta de la Federación Balear de Vela, Cati Darder, o el conseller de Turisme, Cultura i Esports y el secretario autonómico, Jaume Bauzá y Pedro Vidal.

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Los deportistas posan con las autoridades en el patio del Consolat. Foto: Jaume Morey

Prohens les hizo entrega de una bandera de Baleares tras encender al pebetero ubicado en el patio del Consolat, dando así el pistoletazo de salida a unos Juegos que pueden contar con una representación histórica para el deporte del archipiélago, que aspira a mejorar los 19 deportistas de Tokio 2021 y las seis medallas de Río 2016.

Los protagonistas no podían esconder sus emociones a pocas semanas para que empiecen las competiciones. Es el caso del debutante Nacho Baltasar, que con 19 años será el benjamín de la 'armada' balear en la clase iQFoiL masculina de vela, cuyas competiciones se desarrollarán en Marsella. «Tengo ganas de estar en los Juegos y después desconectar y plantear la nueva campaña», rumbo a Los Ángeles 2028, aseguraba el joven regatista del Club Nàutic de sa Ràpita, cuyo objetivo siempre ha sido «disfrutar» de la experiencia olímpica, sin renunciar «a poder luchar por más medallas más adelante». Eso sí, hace una confesión premonitoria: «cada noche sueño con una medalla, sería lo más grande».

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Prohens, Galmés y Martínez conversan con Baltasar, Abadía y Torres. Foto: Jaume Morey
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El libro de ruta de Baltasar pasa por meterse en la Medal Race, que da opción a los podios, «y en la que mejor esté será el que ganará», advirtiendo de las buenas sensaciones que le da el campo de regatas de Marsella, que se me da bien». Una vez en la pelea por las medallas, «ojalá Nacho esté al 100%, aunque es complicado subir al podio, pero vamos a dar el 100%», comentaba una de las grandes bazas del equipo español.

También debutará en unos Juegos el saltador Adrián Abadía, que será el primer representante isleño en su deporte. Tras quedarse a las puertas de estar en Tokio, ahora junto a Nico García Boissier aspira al podio en trampolín de tres metros sincronizados tras ser bronce en el Mundial de Doha. «Estoy tranquilo para ser mis primeros Juegos, pero creo que podemos estar entre los cinco mejores, aunque en el Mundial demostramos que podemos ir más arriba. Es complicado, pero creo que estamos listos para dar el tope, y sin presión, podemos hacer una buena competición», relataba el pupilo de Donald Miranda, que como todos dan el oro por otorgado ya a China, y desde ahí «estamos para pelear por medallas con unos cuantos países como Gran Bretaña, por ejemplo». Ser el primer balear olímpico en saltos «es un honor» para Abadía, quien pase lo que pase ya sabe que «eso va a quedar para siempre ahí».

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Albert Torres realiza el simbólico encendido del pebetero. Foto: Jaume Morey

El más veterano en citas olímpicas es Albert Torres, quien junto a Sebastián Mora afrontará sus terceros Juegos en ciclismo en pista, buscando la única medalla que le falta en la Madison (americana). El ciclista de Ciutadella, enrolado en el Movistar Team, se entrenará en el Velòdrom Illes Balears antes de partir hacia París, y ante un nuevo desafío olímpico, reconoce que «los nervios de la primera vez quedan lejos y con el tiempo te das cuenta de que es una competición única».

Se siente el menorquín «afortunado» de haber conseguido diferentes objetivos a lo largo de su carrera, y de cara a la cita de París 2024, reconoce que tiene pendiente «la espina que nos quedó en Tokio», esperando «volver, ojalá, con una medalla», siendo claros favoritos al podio en la carrera a la americana, en la que participará por segunda vez en unos Juegos tras hacerlo en 2021 y lograr el diploma.

Torres, Baltasar y Abadía son una pequeña parte de una delegación que puede marcar un antes y un después a partir del próximo 26 de julio, cuando la llama olímpica llegue a París para dar inicio a unos Juegos esperados y que prometen emociones fuertes.