Toni Ferrer, Jaime Martínez, Rudy Fernández, Javier Bonet y María Cruz Rivera, en el hotel GPRO Valparaíso. | Emilio Queirolo

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Relajado, a gusto entre su gente y disfrutando del campus que organiza su hermana Marta y al que da nombre, y que ya alcanza catorce ediciones, Rudy Fernández presentó el evento en el marco del hotel GPRO Valparaíso. El Campus RF5 aterriza este 2024 en Son Moix, de la mano del IME y el Ajuntament de Palma, junto a diversos patrocinadores y colaboradores que arroparon al capitán de la selección y leyenda del Real Madrid, que aprovecha los contados días de descanso previos a su regreso a la concentración de la selección para compartir experiencias y diversión con los más de 200 niños y niñas de todo el país (240) que participan en una cita ya clásica.

Rudy y Marta Fernández estuvieron acompañados por todas esas firmas y sus representantes, pero especialmente por el alcalde de Palma y el presidente del IME, Jaime Martínez y Javier Bonet, de la misma manera que Miquel Àngel Bennàssar y David Salom; a ellos se unió María Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank en Baleares, y Toni Ferrer, director general del GPRO Valparaíso, anfitrión de un evento que ya es un clásico del mes de julio en Mallorca.

Rivera y Martínez pusieron en valor la importancia de contar con un evento de este calibre en Mallorca, en el que la implicación de Rudy y su hermana Marta es total, aventurando el alcalde de Palma «que tenga continuidad muchos años más», además de desear al jugador mallorquín toda la suerte en su próxima participación olímpica en París 2024, sus sextos y últimos Juegos.

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El propio Rudy Fernández tuvo palabras de agradecimiento para patrocinadores, colaboradores e instituciones, y compartió sus vibraciones previas a los Juegos de su despedida, además de su pasión por su campus. «No me cuesta nada venir aquí estos cinco días. Me ha hecho ilusión estar en Son Moix, con mi hijo y decirle que su padre debutó aquí con la selección española. Me quedo con el apoyo de Palma, pero también quiero destacar el trabajo de Marta -su hermana y directora del campus- y sacrificio durante estos meses para que sea una realidad», explicaba el alero formado en Sant Josep Obrer.

Sobre la oportunidad y el momento histórico que le tocará vivir, convirtiéndose en el primer baloncestista masculino en disputar seis Juegos, tiene claro Rudy Fernández cuál será su filosofía. «Quiero disfrutar de estos Juegos, de cada momento. Jamás podía imaginar en 2004 que tendrían cinco más», confesaba el palmesano, quien apuesta por el bloque y el compromiso del equipo. «Este equipo tiene capacidad y orgullo y lo demuestra en situaciones como el Eurobasket de 2022, cuando lo demostramos todo el torneo», explicaba desde la terraza superior del GPRO Valparaíso.

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Pensando en la recta final de su carrera, se focaliza en el torneo olímpico sin mirar más allá por ahora. «Me quedan tres partidos más por delante. Y encaro estos Juegos como un reto, más junto a mis amigos y el equipo, la familia que somos, después ya tendremos tiempo de pensar en otras cosas», decía ante los medios, a la vez que afirmaba sentirse «afortunado» por llegar a estos sextos Juegos y por su palmarés con la selección, basando en «la confianza de los entrenadores, que han valorado y mi trabajo y yo he sabido responder a lo que me pedían», añadía.

Sobre ese futuro tras el baloncesto y la cuenta atrás hacia su retirada, Rudy agradece la labor de su familia, intentando «tener la mente desconectada, como ahora en el campus. Intento centrarme en competir, que es lo importante. Cuando acabe el último partido, allí creo que me dará el bajón. Son 22 años de profesional y siempre con la selección... será algo nuevo. Podré estar más con mi familia, centrarme más en el campus, ayudar a Marta. Una vida nueva, en definitiva», añade Rudy, quien recordó tras el Preolímpico la figura de su padre, Rodolfo, a quien le prometió que haría todo lo posible por estar en sus sextos Juegos, en París 2024. «Nos impulsó a mi y mi hermana para poder estar ahora en esta situación», dijo.

Eso sí, admite que serán un poco raros, porque la primera fase se disputará en Lille, esperando llegar a cuartos para ir a París y vivir el ambiente de la Villa. Sobre el grupo que les espera (Australia, Grecia y Canadá), no esconde Rudy que será «muy complicado, con equipos Top mundiales. Nuestra selección no tiene estrellas, pero vamos a intentar competir lo mejor posible y aprovechar nuestras oportunidades. Quiero disfrutar estos Juegos, competir y, pase lo que pase, irme con buen sabor de boda, sabiendo que hemos dado el máximo», relataba.

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No contempla la opción de ser abanderado español en la ceremonia de clausura, pesando únicamente, cuando acabe su participación, «en venirme a casa para descansar, ha sido una temporada muy larga con el Real Madrid y luego con la selección. Después de los Juegos celebraremos lo que pase, pero quiero descansar», aseguraba rotundo Rudy, quien destacaba de nuevo el potencial del baloncesto balear, con la presencia de Sergio Llull, Álex Abrines, Alba Torrens o Juana Camilion en las selecciones olímpicas.

Y lanzó un aviso de cara al futuro, esperando «como aficionado, venir a Son Moix a ver un partido de ACB. Queda camino, pero el trabajo se está haciendo», reseñaba antes de atender a los patrocinadores y colaboradores en el cierre de la presentación del Campus Rudy Fernández 2024.