Carlos Alcaraz y Rafael Nadal celebran un punto ante Griekspoor y Koolhof. | JUANJO MARTIN

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'Nadalcaraz', o lo que es lo mismo, ese perfecto engranaje que forman dos tenistas llamados a irse de París con una medalla al cuello, avanza con paso firme hacia su objetivo en el cuadro de dobles, en el que ya se han plantado en los cuartos de final, asegurándose el diploma, después de deshacerse en segunda ronda de los neerlandeses Griekspoor y Koolhof en un duelo resuelto en el 'super tie break' (6-4, 6-7 y 10-2, en dos horas y 21 minutos) y tras superar una crisis al final de la segunda manga que derivó en éxtasis con una sucesión de golpes ganadores y errores de sus rivales. Pasada la página del individual, Rafael Nadal reseteó para focalizar todas sus energías en un sueño que tiene más cerca. Dos victorias más, y el de Manacor se asegurará su tercera medalla olímpica. Tres, y será de oro. Lo nunca visto en el deporte español.

Esta vez les tocó a Nadal y Alcaraz llenar la Suzanne Lenglen. Desatan pasiones. Y el de Manacor es una garantía, todo el público quiere verle en lo más alto del podio. Delante tenían a dos doblistas con recorrido, especialmente Wesley Koolhof. Tallon Griekspoor no tanto, pero los neerlandeses plantearon batalla desde su servicio, intentando contrarrestar la contundencia de los golpes de la pareja española, única baza ya tras la eliminación de Granollers y Carreño.

Aguantaron los neerlandeses con su saque hasta el séptimo juego. Ahí rompió la manga y el saque el dúo de moda para poner el 4-3 a su favor y rematar la faena en 54 minutos en los que Griekspoor y Koolhof nunca le perdieron la cara al partido. Pese a tenerlo todo en contra. Para empezar, la grada. Con un 6-4 trabajado tomaban ventaja Nadal y Alcaraz. Tocaba ser rápidos y efectivos para no acumular horas en pista. Para que recupere el balear y descanse el murciano, también inmerso en el concurso individual.

París 2024. Tenis
Nadal y Alcaraz, en un lance del partido de este martes en la pista Suzanne Lenglen.

El segundo set mostró trazas similares al inicial. Defensa del servicio por parte de sus rivales y contundencia en los golpes de la mano de los españoles, que decidieron poner una marcha más en el quinto juego. Un 0-30 a su favor encontrö respuesta inmediata neerlandesa para darle la vuelta y sofocar el incendio, antesala de un sexto juego en el que les costó a Nadal y Alcaraz retener su servicio. Lo hicieron para un 3-3 que extendía el pulso.

El mayor momento de tensión lo pusieron Griekspoor y Koolhof con dos bolas de 'break' en el octavo juego del segundo set. Ahí templaron los ánimos el mallorquín y el murciano para alargar el equilibrio en el marcador y señalar el camino de la 'muerte súbita' a la que se dirigía la manga (4-4). La historia de giró y fueron en el siguiente los españoles los que dispusieron de hasta dos pelotas de rotura que Griekspoor salvó con su servicio.

Ahora sí empezaba a ser delicada la situación. Y lo tuvieron ceca Nadal y Alcaraz, con un pelota de rotura para poner el 6-5 y servicio. Pero sus rivales eran un muro con el saque y no iban a dejar escapar la ocasión de forzar el tercer parcial con más de una hora de juego ya en el segundo set. Ahora la iniciativa era neerlandesa y el 'tie break' estaba servido, pues no ofrecieron concesiones los españoles.

En el momento cumbre, Griekspoor y Koolhof se crecieron, forzaron el resto de Alcaraz, sacaron golpes imposibles y no fallaron con su gran argumento: su saque. Se llevaron el segundo parcial tras una hora y dieciséis minutos en pista (6-7). Tocaba volver a empezar, pero el 'super tie break' fue un paseo para los españoles, un rodillo que abrió una brecha de 5-0 (se disputa a 10 puntos) que fue inalcanzable para sus oponentes, que caían por 10-2 en el mini set exprés.

El siguiente escollo para Nadal y Alcaraz, ya en cuartos de final, serán los estadounidenses Austin Krajicek y Rajjev Ram. El primero ha sido número uno en dobles y el segundo ya sabe lo que es ganar una medalla olímpica tras colgarse la plata en Rïo 2016.