Adriana Cerezo en acción durante su combate de cuartos de final. | Albert Gea

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Ni Adriana Cerezo, considerada antes de la puesta en escena baza segura para alimentar el medallero español, ni Adrián Vicente que se quedó a un paso del bronce al que se acercó por medio de la repesca, lograron agrandar la relación de premios olímpicos del taekwondo español en París 2024.

La puesta en escena de esta modalidad en los Juegos, con el Grand Palais como excepcional escenario, resultó decepcionante para las aspiraciones de España que contaba con uno, e incluso dos, premios en esta jornada inicial.

Pero nada salió como se esperaba y a mitad de jornada el acceso al oro era un imposible. Estancados en los cuartos de final, las posibilidades de podio pasaban por la repesca. Después, ni eso para Adriana, que se quedó sin poder, si quiera, igualar el registro, la plata de Tokio 2020, cuando sorprendió al mundo con 17 años. Adrián, por su parte, se quedó en puertas del metal, superado a última hora, en la final de la repesca, por el tunecino Mohamed Khalil Jendoubi.

La puesta en escena del taekwondo, con el majestuoso Grand Palais como escenario, apuntaba hacia una jornada de buenas noticias para el medallero español. Acabaron pronto. Además de Adrián Vicente, segundo en el ránking mundial de la categoría de -58 kilos, iniciaba la representación española en taekwondo Adriana Cerezo, en -48, realzada por la plata lograda en los anteriores Juegos, cuando nadie lo esperaba, y cuando aún no había cumplido la mayoría de edad. Llegó a París con más experiencia, más éxitos y presionada por la condición de favorita. En la cuenta de medallas era una baza segura. Una opción clara entre las cifras optimistas.

Adrián Vicente, el más discreto en los pronósticos, fue el que más cerca estuvo del podio y el que alimentó las esperanzas de España. A través de la repesca a la que cayó tras perder en cuartos de final con el azerbaiyano Gashim Magomedov que al alcanzar la final rehabilitó al español en el torneo.

El madrileño se quedó a las puertas superado por un rival superior. Había ganado en primera ronda, con claridad, a palestino Omar Yaser Ismail pero luego perdió con Magomedov. El iraní progresó hacia la final, oro o plata, y Adrián fue, por otro lugar, hacia el bronce que al final se le escapó y que consiguió el tunecino Mohamed Khalil Jendoubi. «Seguimos concentrados y a por ese bronce; vamos a por todas», dijo el taekwondista madrileño antes de afrontar la repesca, su última opción.

El español ganó con solvencia al irlandés Jack Woolley en el primer duelo de la repesca. Después, fue superado por Jendoubi. Ninguno cumplió con las expectativas en la primera jornada de un deporte que desde Sydney agranda los premios de España. Fue noveno en Tokio 2020 Adrián y queda quinto en París.

Al infortunio de Adrián se sumó el sinsabor de Adriana Cerezo que llegó a París con grandes ilusiones y cierto ánimo de revancha en la categoría de -49 kilos. La madrileña, con más experiencia que hace tres años, en Tokio 2020 cuando tenía 17 y acudía con cierta discreción y se convirtió en revelación al lograr la plata olímpica, careció de la fortuna que tuvo su paisano.

Se quedó sin repesca una de las bazas más fiables con la que se contaba para la final por la vía directa. Pero tras ganar con autoridad en la primera ronda a la uruguaya Maria Sara Grippoli, perdió en cuartos de final ante la iraní Mobina Nematzadeh que fue eliminada a continuación por la china Qing Guo y no pasó a semifinales. La derrota de Nematzadeh dejó a Adriana sin opción de repesca. Fue eliminada. Tuvo un adiós precipitado de Paris 2024.

«Estoy un poco ciegas, sin sensaciones claras de lo que ha pasado en el combate. No me he encontrado, no he hecho el trabajo que tenía que hacer», reconoció la española que aguardaba una revancha en la final contra la gran favorita, la tailandesa Panipak Wongpattankit que le arrebató el oro hace tres años. Los Ángeles 2028 es la próxima estación.