El nadador 'solleric' será la baza española en los 400 estilos con la meta de igualar el diploma de Río y volver a meterse en la pelea por las medallas.

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Cinco años después de presentarse ante el mundo como un potencial aspirante a todo, Joanllu Pons (Sóller, 1996) regresa al escenario que el consagró como nadador. Sus segundos Juegos Olímpicos comparecen con una mayor cantidad de experiencia y marcas a sus espaldas que le permiten ser un serio aspirante a repetir la gesta de Río. Allí, con 20 años alcanzó la final, se llevó un diploma y dio continuidad al hito de Rafael Escalas en Moscú 80 (finalista en 1500).

Desde ese momento, Joanllu Pons ya no es uno más. Se ha ganado el respeto de sus adversarios y sus resultados en competiciones de calado internacional son su mejor carta de presentación. Además de la confirmación de que lo que pasó en Río no fue fruto de la casualidad.

Cuarto en el Mundial de Gwangju (2019), con la marca de referencia nacional y la que le sirve de plataforma en Tokio (4.13.30); bronce en el Europeo de Glasgow y dominador absoluto de la distancia en España, Pons ha encontrado en el grupo de entrenamiento que capitanea Jordi Jou en el Club Natació Sant Andreu la estabilidad que le permite combinar su carrera deportiva con su formación académica como estudiante de Microbiología.

Joanllu Pons se lanzará a la piscina del Centro Acuático de Tokio este sábado (19:07 horas, 12:07 en España). Será en la segunda de las cuatro series clasificatorias que definirán qué ocho nadadores estarán horas después en la final -madrugada del domingo en España-. El mallorquín posee el mejor crono de referencia en su serie, aunque en las dos siguientes parece que seŕa donde se definirán el grueso de las plazas para la final.

El japonés Daiya Seto (4:07.95) parte como gran favorito para el oro, aunque otros cinco nadadores presentan registros inferiores a 4:10, dejando muy caras las plazas para la finalísima, más cuando en las dos últimas series se esperan los ritmos más rápidos. La ocasión plantea un reto añadido para el balear, que ante la necesidad de firmar una gran marca para clasificarse para la final, buscará a la vez rebajar su propia plusmarca nacional de 400 estilos.

Pese a ello, Joanllu Pons no renuncia a nada y buscará alcanzar uno de los preciados billetes hacia el diploma y, una vez en la final, intentar ofrecer su mejor versión. Soñar con las medallas es posible. Y para eso lleva un lustro trabajando a fondo. La reválida le ha llegado y el 'solleric' quiere estar a la altura.