Natalia Romero, tras su clasificación para semifinales de 800 metros. | F.Fernández

TW
1

A veces, los sueños se hacen realidad. Y eso es lo que le ocurrió en la madrugada española de este viernes a la atleta Natalia Romero, que se metió en los Juegos en el último suspiro y desde la cola del ránking, pero que firmó la mejor carrera de su vida en las eliminatorias de 800 metros para plantarse en las semifinales de este sábado (segunda serie, 14:00 hora española, 21:00 en Tokio) y cumplir todos los objetivos que se había fijado en Tokio.

La jiennense, afincada desde hace años en Mallorca y que ejerce como docente en la Facultad de Fisioterapia de la UIB (con la acreditación de titular), se mostró activa en todo momento en su serie, la sexta y última de las eliminatorias en el imponente marco del Estadio Olímpico. Este 30 de julio de 2021 no lo olvidará, pues tras aguantar el ritmo de las mejores, embocada la curva final, Natalia echó el resto, apretó los dientes y logró una sexta posición en una tanda que acabó siendo de las más rápidas, lo que con su tiempo de 2:01.16 (mejor marca personal y nueva plusmarca balear, mejorando los 2:02.26 del nacional de Getafe) le daba una de las 24 plazas para las semifinales.

La victoria en su serie fue para la británica Reekie (1:59.97), por delante de la estadounidense Wilson (2:00.02) y la china Wang (2:00.05), teniendo que esperar a la confirmación de los tiempos para ver cómo Natalia Romero avanzaba ronda tras una exhibición de entrega y fe en sus posibilidades.

Una segunda oportunidad para seguir disfrutando de su primera experiencia olímpica en un año, deportiva y profesionalmente, redondo para Romero, de 32 años, que sin presión alguna más allá que buscar una buena marca y vivir ese momento, intentará buscar la compleja campanada y soñar con una posible final en los 800 metros.

En su semifinal, le tocará verse las caras con especialistas consumadas como la estadounidense Athing Mu (1:56.07), la etíope Habitam Alemu (1:56.71) o la francesa Renelle Lamote (1:57.98). Ahí, una prueba lenta sería su esperanza de poder pelear por esa final olímpica y el diploma.