Todos miraban a Doncic, pero Eslovenia demostró que es algo más que la estrella de los Mavericks, un equipo campeón de Europa que frenó en seco a una España que no supo gestionar tan bien como su rival los minutos finales y sumó su primera derrota en el torneo olímpico de Tokio (87-95). Un revés que condena a los de Scariolo al segundo puesto del Grupo C y a un cruce peligroso en los cuartos de final, donde Estados Unidos será el obstáculo hacia las medallas para Rudy, Llull y Abrines, protagonistas especialmente los dos primeros en instantes determinantes de un duelo eléctrico. Un nuevo capítulo de una rivalidad olímpica que les ha medido en las finales de Londres 2012 y Pekín 2008, además de en semifinales en Río 2016, siempre con victoria estadounidense.
De inicio, Scariolo plantó a Claver como 'secante' de Doncic, cumpliendo con nota su labor, pues la estrella eslovena no tuvo su mejor día, pese a sus 12 puntos, 14 rebotes y 9 asistencias. No estaba a gusto y se cargó demasiado pronto de faltas, lo que obligó a Sekulic a buscar una alternativa ante una España que llevaba la batuta en el inicio (24-20, min. 10), donde un Rudy Fernández acertado desde el triple dio impulso a la selección.
El menorquín Sergio Llull hizo despertar a España en un momento de crisis, con cinco puntos que le devolvieron el mando en el electrónico (31-26). Sin Doncic en pista, Eslovenia intentaba resistir y lo conseguía, apoyada en Cancar, Prepelic o Tobey para alcanzar tres abajo el ecuador del choque (44-41).
De nuevo Rudy conectó al partido a España, enchufando otros dos triples para cerrar su cuota anotadora (12 puntos, con 4 de 9 en triples) y coger a contrapie a una Eslovenia que pasaba por sus peores momentos (55-43).
Hasta que Cancar y Blazic se dispusieron a cambiar el sino del partido, para finiquitar el tercer cuarto dos arriba para una España (70-68) que debía sufrir para pelear por el primer puesto y una victoria que reforzaría la moral del equipo de Scariolo, que tenía por delante diez intensos minutos.
Y por enésima vez respondió desde el triple España, con dos aciertos de Pau Gasol y los de Abalde y Llull. Con Doncic ofuscado a nivel anotador, las segundas opciones dieron vida a Eslovenia frente a un rival cargado de faltas y que cuando parecía haber dado con la tecla (82-76), se desplomó con un parcial de 5-19 que fue una losa, tras una técnica señalada a Scariolo.
España no supo jugar tan bien como su rival los minutos decisivos y acabó por claudicar (87-95) ante una Eslovenia que, bajo el influjo de Doncic, sigue sumando victorias y números para pelear por las medallas en Tokio 2020. Unos Juegos en los que la selección tendrá que aplicarse para subir por cuarta vez consecutiva al podio. Con el permiso de los campeones olímpicos.
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