Lorenzo (Palma, 04/05/1987) empezó a montar en moto a los tres años, animado por su padre, «Chicho», mecánico aficionado siempre ligado a este deporte, y desde ese momento hasta hoy ha protagonizado una carrera plagada de anécdotas de todo tipo.
Contestatario e inconformista, Jorge Lorenzo no transita por la vida como cualquier otro piloto, es simple y llanamente el ejemplo vivo de dos polos opuestos, o te gusta y lo idolatras o lo odias.
En esa primera máquina, de motocross, su madre también tuvo buena parte de culpa pues por aquel entonces su labor profesional la realizaba como motorista en una empresa de mensajería.
Aquella moto la tuvo que adaptar su padre a sus reducidas medidas para disputar pruebas en Baleares, pero no fue hasta los seis años cuando consiguió su primera licencia deportiva. Su carrera resultó fulgurante en las islas. Con 10 años, había ganado todo aquello en lo que había participado.
Baleares se le quedó pequeño, por lo que Lorenzo, de la mano de la escuela Monlau y de Dani Amatriain, saltó a la península para disputar la Copa Aprilia de 50 c.c. con apenas once años. La ganó con autoridad y repitió al año siguiente, pero en esta ocasión en 125.
Lorenzo subió al campeonato de España y a los catorce años logró la inscripción como piloto invitado en el Mundial para el Gran Premio de Jerez, que se iba a disputar el 4 de mayo de 2002, justo el día en que cumplía los 15, la edad mínima obligatoria para competir en pruebas de ese torneo.
Por esta razón, Lorenzo no participó en los entrenamientos del viernes y salió a la pista el sábado, cuando legalmente podía estar una carrera del mundial.
Lorenzo montó una Derbi y se convertió en el piloto más joven en disputar un gran premio del Mundial. Acabó la temporada vigésimo primero.
Su primera victoria sólo tuvo que esperar un año, al imponerse en el circuito brasileño de Jacarepaguá, lo que le permitió acabar la campaña en el duodécimo puesto.
Su consagración llegó en el año 2004, campaña en la que sumó tres victorias y acabó cuarto en la clasificación por puntos.
En 2005, entró en la categoría de los 250, igualmente de la mano de Amatriain y sobre una Honda RS250 con Héctor Barberá como compañero de equipo.
Su inicio en el cuarto de litro resultó brillante ya que se subió en seis ocasiones al podio para alcanzar la quinta plaza al final del Mundial.
Amatriain se percató de que Lorenzo se encontraba en el límite de sus posibilidades con la Honda, por lo que, en una jugada que en los circuitos se catalogó de magistral, protagonizaron la sorpresa al fichar por Aprilia para la temporada siguiente.
Lorenzo se convirtió en piloto oficial de la marca italiana y no defraudó al conseguir en 2006 ocho victorias y su primer título mundial, que defendió con éxito en 2007 al acumular nueve triunfos.
Su doble título mundial consecutivo le facilitó el acceso a MotoGP de la mano de Yamaha y con el italiano Valentino Rossi, nada menos, como compañero de equipo, al que no le hizo ninguna gracia ese fichaje, aunque al principio lo disimuló bastante bien.
Lorenzo tuvo que superar el uso de diferentes neumáticos exigido por Rossi. El italiano, ocho veces campeón del mundo, equipó su Yamaha YZR M1 con neumáticos Bridgestone, que habían ofrecido un buen rendimiento en 2007, mientras que Lorenzo se conformó con los Michelin, por entonces algo inferiores.
No le importó demasiado. En su primera carrera, el 8 de marzo de 2008, en el circuito qatarí de Losail, logró el mejor tiempo de entrenamientos y acabó en el podio, sólo superado por el australiano Casey Stoner (Ducati Desmosedici) y por delante de Dani Pedrosa (Honda RC 212 V).
En la siguiente carrera, el G.P. de España, se convirtió en el primer debutante que logra dos mejores tiempos de pruebas en sus dos primeras intervenciones oficiales. Acabó tercero en la carrera, superado por Rossi y Pedrosa.
La primera victoria ocurrió en el G.P. de Portugal, y además, le encaramó provisionalmente a la primera posición de la tabla de puntos.
La temporada 2009 fue la de consagración, con carreras épicas junto a Rossi para finalizar como subcampeón del mundo.
Ya desde el principio de 2010 se vio que Lorenzo aspiraba a todo en el campeonato y si bien en la primera cita el triunfo recayó en Rossi, el piloto español encadenó dos victorias que le colocaron líder hasta el Gran Premio de Mugello.
El trazado de la Toscana italiana representó el punto de inflexión en las aspiraciones de unos y otros.
Rossi se fracturó la tibia y el peroné de su pierna derecha y Lorenzo, que ya era líder, comenzó a ampliar su ventaja sustancialmente aunque en Mugello se tuvo que conformar con la segunda plaza tras Pedrosa.
El piloto de Honda sufrió una caída en los primeros entrenamientos libres en la que se fracturó la clavícula, y la intervención quirúrgica le apeó de cualquier opción de continuar luchando por el título mundial de Moto GP y despejó el camino a Jorge Lorenzo.
Siete victorias, a las que se une ahora la tercera posición conseguida en Malasia, le han dado la ventaja matemática suficiente como para que Lorenzo afronte las tres carreras restantes con la tranquilidad de todo un campeón del mundo.
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