Alonso afronta su decimotercera temporada en la categoría reina del automovilismo, la cuarta con Ferrari, y con miras a capturar su primera corona para la escudería con más solera (la única presente en todas las ediciones del Mundial desde su creación, en 1950, y la que más títulos cuenta, tanto de pilotos, como de constructores).
El equipo de Maranello, que no pudo hacerlo las últimas tres temporadas, espera poder ofrecerle el mejor monoplaza al asturiano. En espera por comprobar las prestaciones del F138, diseñado por el griego Nicholas Tombazis, la escudería que preside el italiano Luca di Montezemolo, que dirige su compatriota Stefano Domenicali y cuyo director técnico es el inglés Pat Fry, ha hecho todo lo posible por crear la mejor atmósfera posible en torno a su buque insignia.
Sintonía
Alonso, que hace tres años y, sobre todo, el año pasado sacó todas las castañas del fuego -con dos subcampeonatos- a un equipo identificado con la excelencia y que aún no ha dado con la tecla, se ha convertido en el piloto de Italia. País que un año más no tendrá representación en la parrilla de un Mundial que arranca este fin de semana en Melbourne (Australia) y que, tras 19 carreras, concluirá el 24 de noviembre en Sao Paulo (Brasil).
En justa reciprocidad, y en espera de esa excelencia tecnológica, Ferrari intenta tener lo más contento posible a su capitán, que el año pasado logró en Hockenheim (Alemania) su trigésima victoria en F1 -quinta mejor marca histórica-, la novena con el coche rojo.
Los tres años de Alonso en Ferrari han coincidido con un dominio casi aplastante de Red Bull, que, aparte de las manos de Vettel, cuenta un presupuesto gigantesco que le permite tener en nómina al diseñador estrella de la F1, el inglés Adrian Newey.
En Italia quieren poner fin a ese dominio y han vuelto a mirar hacia España. De la Rosa, que quedó libre después de la desintegración del HRT, con el que firmó su Gran Premio número 107 en Fórmula Uno, categoría en la que también corrió para Arrows, Jaguar, McLaren y Sauber. El catalán ya ha rodado en una de las doce jornadas de ensayos de pretemporada, en las que Ferrari ha causado bastante mejor impresión que hace un año.
De la Rosa se une a Marc Gené, de 38 años, que compitió en 36 Grandes Premios (con Minardi y Williams) y que ejerce de probador de la Scuderia desde 2005.
Alonso se ha ganado la admiración de Ferrari, sobre todo, tras la pasada temporada, en la que el mejor no fue el que ganó el título. Ferrari es una de las señas de identidad de Italia. Pero, debido a Fernando Alonso, este año se ha «españolizado» un poco más.
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