Tan solo Daniel Ricciardo (Red Bull), ganador de tres carreras, pudo inmiscuirse la temporada pasada en el cara a cara entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, que el británico no resolvió hasta la última carrera del año en Abu Dabi, donde se produjo un novedoso reparto doble de puntos que la Federación Internacional (FIA) ya ha eliminado.
«Estoy seguro de que las carreras estarán más competidas», ha asegurado Hamilton con la boca pequeña, sobre todo a tenor de los visto en doce jornadas de pretemporada entre Jerez y Montmeló, donde el nuevo W06 se ha mostrado tan rápido, fiable y dominante como su predecesor.
El inglés ganó 11 de las 19 carreras disputadas en el último Mundial para conquistar el segundo título de su carrera, seis años después de coronarse por primera vez cuando militaba en McLaren, y ahora aspira a emular a su ídolo Ayrton Senna. «Estoy concentrado para ir todavía más rápido y culminar la revancha», ha avisado Rosberg, que no se resigna al papel de 'segundón' y sueña con su primer Mundial.
Mercedes fue la escudería que mejor se adaptó al drástico cambio de normativa del año pasado y todos sus rivales reconocen la superioridad germana. Aunque algunos han mostrado signos de mejoría en pretemporada, ese no ha sido el caso de McLaren, el nuevo destino de Fernando Alonso.
El ovetense ha emprendido el camino del hijo pródigo, pero sus primeros meses en el equipo que abandonó hace siete años no han podido ser peores, hasta el punto de que se perderá la primera cita en Melbourne Park. El extraño accidente que sufrió en Montmeló, y que la FIA todavía está investigando, ha provocado que los médicos le impidan correr como una medida de precaución.
«Será difícil no estar en Australia, pero entiendo las recomendaciones. Un segundo impacto en menos de 21 días NO», explicó Alonso nada más confirmarse su baja, que espera sea la única, ya que espera estar a punto para el segundo Gran Premio de la temporada en Malasia (29 marzo).
McLaren asume que le costará estar con los mejores
Antes de aquel choque, el equipo británico tampoco había transmitido buenas sensaciones, mostrando continuos problemas de fiabilidad en su nueva alianza con Honda, la misma casa que suministró los motores en la época gloriosa de Ayrton Senna. «McLaren no será competitivo durante meses», ha reconocido el máximo responsable del equipo, Eric Boullier, antes de esta primera carrera en la que Kevin Magnussen ocupará el puesto de Alonso.
Mejores sensaciones ha dejado durante el invierno Ferrari, inmerso en una reconstrucción con nuevo presidente, nuevo director deportivo y nuevo piloto estandarte, un Sebastian Vettel que ha emulado a su ídolo Michael Schumacher al vestirse de rojo. Tras cuatro años de gloria y uno para olvidar en Red Bull, el tetracampeón mundial, junto con Kimi Raikkonen, está llamado a liderar la 'Scuderia' después de no lograr ni una victoria por primera vez desde 1993.
En ese segundo vagón también se encuentran Red Bull, que quiere consolidar a Ricciardo como un aspirante y ha reclutado al joven Daniel Kvyat, y Williams, que el curso pasado recuperó mucho terreno y quiere seguir su retorno a los buenos tiempos con la pujanza de Valtteri Bottas y la experiencia de Felipe Massa.
Además, el Mundial incrementa notablemente su interés para la afición española con la llegada de Carlos Sainz (Toro Rosso), que comparará su rendimiento con el piloto más joven en la historia de la Fórmula 1, Max Verstappen (17 años), y Roberto Merhi (Manor), de momento únicamente confirmado para la primera carrera. Después de protagonizar un intenso duelo el año pasado en la Fórmula Renault 3.5 Series, el madrileño y el castellonense han ingresado al mismo tiempo en el 'Gran Circo'.
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