Verstappen se impone en el Gran Premio de Holanda | Efe

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El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull) ha ganado este domingo el Gran Premio de Austria de Fórmula 1, prueba en la que el británico Lewis Hamilton (Mercedes) ha perdido el liderato del Mundial de Fórmula 1 en favor del alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que ha terminado tercero mientras los españoles Fernando Alonso (McLaren) y Carlos Sainz (Renault) han acabado en la octava y la duodécima plazas, respectivamente.

Verstappen consiguió esta victoria por delante del finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) y del propio Vettel tras completar las 71 vueltas al circuito Projekt Spielberg, donde el temprano abandono del también finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) modificó casi por completo el panorama de una carrera sin inclemencias meteorológicas. Por su fuera poco sobresalto para Mercedes, el coche de Hamilton tuvo un pérdida de presión en su bomba de gasolina y abandonó a 7 vueltas de la conclusión.

Mientras tanto, el asturiano Fernando Alonso recuperó buenas sensaciones al firmar en el Red Bull Ring un octavo lugar que le devolvió la sonrisa lograda el pasado 17 de junio tras ganar las míticas 24 Horas de Le Mans con el equipo Toyota Gazoo Racing. Y el madrileño Carlos Sainz concluyó en la duodécima plaza, fuera de los puntos, después de una carrera en la que fue de más a menos y en la que tuvo problemas de 'blistering' en sus ruedas.

En un circuito donde Mercedes había ganado todas las carreras de F1 desde el año 2014, el resto de escuderías potentes probaron para este domingo una estrategia diferente con el orden del uso de sus neumáticos. Así, Ferrari prefirió los ultrablandos de inicio para Vettel y para su compañero, el finlandés Kimi Raikkonen.

Precisamente fue Raikkonen el gran animador cuando se apagó el semáforo, beneficiándose de una lenta salida de su compatriota Valtteri Bottas (Mercedes). El finlandés de Ferrari aceleró por el medio del asfalto mientras Hamilton cogía la zona del interior hacia la primera curva y el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) se colocaba en tercera posición.

Bottas había perdido ya tres posiciones, pero en la vuelta siguiente recuperó dos de ellas al mismo tiempo que Raikkonen volvía a atacar. Vettel había hecho una particular excursión por el exterior para intentar adelantar, aunque no le salió muy bien y perdió terreno. El primer contratiempo llegó en la vuelta 12, cuando el alemán Nico Hulkenberg (Renault) rompió su motor y provocó una pequeña humareda que se saldó con bandera amarilla en pista.

Cuando todavía iba tercero, a Bottas le sucedió algo similar en el sector 2 de la vuelta 14; su coche tuvo un fallo en la presión hidráulica, lo que hizo que perdiera la dirección asistida y que no pudiera frenar bien. Así que el 'pole-man' tuvo que abandonar la carrera y con ello propició barullo en los garajes de todas las escuderías.
Raikkonen, Verstappen y Vettel, al igual que el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), sí aprovecharon la coyuntura del 'safety car' virtual para pasar por sus 'boxes' y cambiar neumáticos; todos pusieron los blandos para aguantar hasta el final con ese juegos de ruedas. Ricciardo, que era cuarto, apretó hasta adelantar a Raikkonen y acechar a Verstappen.

Por delante, a Hamilton se le agotaban las gomas superblandas y vio cómo sus perseguidores le recortaban bastante tiempo. El piloto inglés, todavía líder del Campeonato del Mundo en ese momento, realizó su primera y única parada en la vuelta 26; al salir del 'pit lane' se situó en la cuarta posición, justo por delante de Vettel.
Otra batalla era la del podio, con Raikkonen devolviéndole la jugada a Ricciardo 21 vueltas después, pues al australiano sufría 'blistering' en sus ruedas. De hecho, abandonó en la vuelta 55 tras haber roto su motor. Y casi de inmediato, Vettel adelantó a un Hamilton que no había calentado sus neumáticos lo suficiente tras la citada parada en su garaje.

El problema del 'blistering' en las ruedas de Pirelli tuvo más víctimas en el circuito de Spielberg; Sainz, a partir de la vuelta 36, también generó esas ampollas en sus gomas traseras y perdió posiciones hasta caer fuera de la zona de puntos en un Gran Premio que 'a priori' ya no parecía favorable para su monoplaza.

Fue entonces cuando ocurrió la debacle total para el equipo Mercedes, con el abandono de Hamilton en la vuelta 64 debido a una pérdida de presión en su bomba de gasolina. Tal percance mandó al traste la remontada del británico, cuyo desenlace de carrera sin puntos provocó que la tercera posición final de Vettel fuera más dulce que amarga. El germano se ubicó ahora en el liderato del Mundial con 146 puntos, frente a los 145 de Hamilton.