Durante 48 minutos, en una multitudinaria rueda de prensa celebrada en el Campus Repsol de Madrid, el piloto de Cervera, de 26 años, repasó toda la temporada: desde «uno de los inviernos más duros» que recuerda, «porque no podía ir en moto» al estar recuperándose de una cirugía en un hombro, hasta el fin de fiesta en Bangkok, donde celebró su victoria en Buriram. «Si tengo la voz así es porque no me he recuperado todavía», apuntó bromista en su primer acto en España.
Cansado, pero al mismo tiempo pletórico, Marc Márquez reconoció que «tenía ganas de cerrar el título en Tailandia porque era la primera bola de partido». Con siete títulos a sus espaldas, encontró esa «motivación extra» para recoger su octava corona. «A mí me gusta vivir carrera a carrera. Dije el jueves que mi intención era ganar este fin de semana o al menos intentarlo. Y lo intenté hasta la última curva. Es bonito ganar a lo campeón», sostuvo el catalán, ganador esta temporada de nueve Grandes Premios, a los que suma asimismo cinco segundos puestos.
A falta de cuatro carreras, en las que intentará «terminar en el podio», Marc Márquez calificó 2019 como «un año de ensueño», «casi perfecto». No lo fue del todo porque, según recordó, en Austin (Texas) pagó su exceso de confianza cuando rodaba en primer lugar. «Iba liderando la carrera por cuatro segundos. Era una victoria casi hecha. Por exceso de relajación me caí», lamentó.
Pese a haberse situado a un título de Valentino Rossi y a dos de Giacomo Agostini en la categoría reina del motociclismo, Marc Márquez remarcó que a él le gusta «vivir el presente». «Nunca me ha obsesionado un número ni un nombre», insistió. Sí deseó poder alargar «esta época», siendo consciente también de que en cualquier momento puede aparecer un rival que le desbanque.
«Yo estoy viviendo un sueño. No sé si se va a acabar el año que viene o el siguiente. Estos años hemos conseguido ganar muchos títulos e intentaremos seguir ganando, aunque no sabes si va a llegar otro piloto u otra fábrica que te va a poner las cosas difíciles», declaró.
En cualquier caso, su objetivo en 2020 «será el mismo». «Si en estas fechas no estamos liderando el Mundial será un año donde no se habrán conseguido los objetivos», recalcó.
Preguntado por quién puede ser su sucesor, Marc Márquez señaló al francés Fabio Quartararo. «Esta temporada ha sido la revelación al cien por cien. En Misano y en Tailandia me costó ganarlo. Va a ganar una carrera tarde o temprano y apuesto a que será antes de final de año. El año que viene será uno de los rivales para el título y creo que Yamaha lo tendrá en consideración», explicó.
El piloto español consideró igualmente que en MotoGP hay «ocho motos capaces de ganar carreras», por lo que se tendrá que «reinventar, aprendiendo de los veteranos de la categoría y también de los más jóvenes». «Sin olvidarme del italiano Andrea Dovizioso», sentenció.
Al mismo tiempo, deseó que su compañero en el equipo Repsol Honda, el mallorquín Jorge Lorenzo, pueda salir «de su bache cuanto antes». «No ha tenido su mejor año ni la mejor suerte porque se ha lesionado en los momentos que parecía que le estaba cogiendo el punto a la Honda», comentó.
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