El piloto mallorquín Lorenzo Fluxá ha llegado este sábado a Mallorca tras completar su segundo Dakar. | Francisco Ubilla

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Lorenzo Fluxá descansa desde este sábado en Mallorca después de haber vivido su segunda experiencia en el Dakar. El piloto mallorquín, que completó su participación en la categoría Classic con su copiloto Xavi Ribas en el puesto 32 de la general, llegó a la Isla y disfrutó del emotivo reencuentro con su familia prácticamente un mes después de haberse enrolado en el raid más duro del mundo.

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El mejor bálsamo para dejar atrás el cansancio acumulado fue la bienvenida que le procuró su familia en el aeropuerto de Son Sant Joan, donde Lorenzo Fluxá expresó las diferentes sensaciones que ha acumulado durante algo más de dos semanas compitiendo en el desierto. «Nos han pasado todas la penurias habidas y por haber, pero logramos terminar», resumía en declaraciones a IB3 el piloto mallorquín, que tuvo una primera semana especial convulsa por culpa de los problemas mecánicos.

La buena noticia, además de reunirse con los suyos, fue el rendimiento exhibido en el tramo final de la competición. «Cuando el coche ha ido bien hemos estado entre los cinco o diez primeros. Ha sido duro, pero hemos aprendido», valoró Lorenzo Fluxá, que lucía orgulloso la medalla de finisher obtenida en su segundo Dakar.