El piloto español Joan Mir, en la presentación del Repsol Honda para 2024. | Guillermo Martinez / AFP7 / Europa Press

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El piloto mallorquín de MotoGP Joan Mir (Repsol Honda) confesó este martes que «sienta bien empezar a ver la luz al final del túnel», en relación a la recuperación de la marca japonesa, en «un año de cambios» y con «el objetivo de volver a lo más alto», «con Marc Márquez o sin él».

«Este año es un año de cambios y la moto es bastante diferente. Me encuentro bien con mi nuevo papel. Estamos todos en un barco que queremos sacar adelante como sea. Están trabajando muy duro desde Japón, disfruté de llevar la moto en Sepang. Sienta bien empezar a ver un poquito la luz al final del túnel», afirmó el balear en el evento de presentación del Repsol Honda para la nueva temporada.

El campeón de la categoría reina en 2020 afronta el año «más importante» de su carrera, ya como punta de lanza del equipo, tras la salida de Marc Márquez rumbo a Ducati después de 11 años con Honda. «Quiero que esto funcione, un año sin el foco es fatal y dos, ni te cuento... Soy optimista, a ver si podemos salir de esta situación», remarcó, antes de valorar la salida del de Cervera.

«No he pensado en él en todo el año. Es más lo que se espera de fuera, lo que se habla, pero el objetivo es volver a estar en lo más alto, al margen del piloto que haya estado con él. Con Márquez o sin Márquez, hay que ir a por todas», agregó.

Así, en 2024 Mir tendrá en el box de al lado al italiano Luca Marini, de 26 años y procedente del Mooney VR46 Racing Team de Ducati. «El primer rival siempre es tu compañero, intentaré estar por delante, pero puede ser también tu mejor aliado. Intentar estar delante hace que el nivel de los dos suba. Es un gran piloto, consiguió muy buenos resultados, viene de la mejor moto», elogió.

Y es que, ya sin Márquez y «estando o no en el foco mediático» como equipo, Mir insistió en que «el trabajo en el box tiene que ser siempre el mismo». «Estar cien por cien comprometido. A mí eso no me cambia mucho, no hay foco mediático dentro del box, el trabajo se hace igualmente», apuntó.

«Tenemos el control absoluto de la moto, pero es cierto que las alas, la electrónica... Son facilidades que dan prestaciones, que sea más fácil, pero quita un poco de espectáculo, cuesta adelantar, e iguala un poco el nivel. Que tengamos un poco menos de aerodinámica en el futuro puede ser bueno para el futuro», comentó como medidas para próximos años, antes de admitir que con el calendario actual llegan la final «mentalmente cansados».

Finalmente, el balear reconoció que ser padre le está «ayudando muchísimo» también encima de la moto. «Siempre se ha dicho que se pierde una décima por vuelta por ser padre», bromeó. «Pero despiertas un instinto de sacar las cosas hacia delante, de supervivencia, y es algo que tenemos que hacer, apretar mucho, estar atentos, remar en una dirección. Es algo que me está sumando», concluyó.