3 meses y 6 días, o lo que es lo mismo, 96 días después del banderazo de cuadros en el Gran Premio de Abu Dhabi, el circuito de Albert Park en Melbourne, Australia, será el encargado después de seis años (no lo hacía desde el año 2019), a las 5 de la mañana hora española del domingo, de encender y apagar los semáforos de la temporada 2025.
Una campaña que se espera de los más igualada entre los cuatro equipos punteros (McLaren, Ferrari, Mercedes y RedBull) y los seis restantes por ser el quinto equipo (Williams, Alpine, Aston Martin, Haas, RB y Sauber). Un año en el que podría haber dos mundiales completamente distintos, con Barcelona como el punto de inflexión ya que será la prueba que marcará un antes y un después con el cambio de normativa de los alerones, que hará modificar la flexibilidad de los mismos y por tanto el rendimiento de los coches en pista.
Un año que además se presenta como la antesala del cambio de reglamento que habrá el próximo año 2026, en el que cambiarán los monoplazas con el objetivo de favorecer los adelantamientos con coches más pequeños y que se puedan seguir más de cerca durante las carreras, con la reducción de aire sucio que pueda expulsar el coche de delante.
Una temporada 2025 que se presenta con muchos cambios de equipos, el más trascendente fue el de Hamilton llegando a Ferrari como siete veces campeón del mundo, quién tendrá la presión de hacer un buen papel en su primer Gran Premio vestido de rojo. ¿Podrá conseguir la victoria en su primera carrera con la escudería italiana? Solo uno pudo hacerlo y fue Fernando Alonso en 2010 en Bahrein.
Precisamente el asturiano arranca su tercera temporada en Aston Martin, con un año de nuevo con la mirada puesta en el 2026, pero con una nueva estructura dentro del equipo en cuanto organigrama. Cuentan también con un nuevo túnel de viento que ya está operativo y la joya de la corona que empezó a trabajar con la marca inglesa como es el ingeniero Adrian Newey, quién ya está con el equipo y con el objetivo de hacer un coche campeón.
No hay que olvidarse de Carlos Sainz. El madrileño llega a Williams con una meta muy clara: devolver a la marca al lugar donde le corresponde, que es las posiciones de arriba y de donde nunca debió bajarse. Estuvieron ahí durante el año 2014-2015 con el cambio de reglamento pero que solo fue un mero espejismo de lo que llegaron a ser. Ahora, toca volver a ese lugar y Sainz será la cabeza de un proyecto que está a disposición del español para volver a la gloria.
Una temporada que contará con cinco rookies: Kimi Antonelli en Mercedes; Jack Doohan en Alpine; Gabriel Bortoleto en Sauber, que viene de ser el campeón de F2 en 2024; Isack Hadjar en Racing Bulls y Oliver Bearman con Haas. Cinco jóvenes que vienen con hambre y con ganas de hacerlo bien en su primer año y asentarse en la Fórmula Uno.
Los entrenamientos libres ya han dejado unos destellos de lo que puede ser esta temporada, pero no ha sido ni mucho menos que una primera toma de contacto con lo que tienen los equipos para esta primera prueba. Este sábado en clasificación y el domingo será, cuando por primera vez este año, los equipos muestren de verdad sus cartas.
1 comentario
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Qué ganas de que empiece ya la F1!! Buen comienzo leyendo esto