Carlos Bibiloni, Damià Seguí y Marcos Dreyer, juntan sus manos en la grada de Son Moix. | Jaume Morey

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El fin del Can Ventura Palma ha supuesto todo un terremoto dentro del voleibol español, que contempla atónito y con preocupación el adiós de Damià Seguí y el derrumbamiento del vigente campeón de la Superliga Masculina y la Copa del Rey.

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El propio Seguí confirmó este jueves la noticia adelantada por Ultima Hora a través de una carta, un desenlace que el técnico del equipo de Ciutat, Marcos Dreyer, y algunos de los jugadores ya conocían de antemano. De hecho, el propio entrenador ha asumido la búsqueda de patrocinadores para intentar dar continuidad al proyecto, bajo una nueva denominación y ya sin el amparo de Seguí. «Nos ha sorprendido, pero tratándose de un problema de salud, hay que respetarlo, aunque nos deja en una situación delicada», explicaba Dreyer, quien acelera los contactos ha iniciados con potenciales patrocinadores.

La meta es conseguir apoyos para cubrir el vacío que deja Seguí y poder inscribir al equipo, un plazo que expira la semana que viene, aunque se podría obtener una prórroga. «No sé si alguien se acercará ahora a nosotros, pero deportiva y socialmente hemos demostrado que somos rentables y atractivos», prosiguió Dreyer, quien confirmó que ya trabajaba en la confección del futuro plantel, en el dijo que tienen contrato en vigor Viciana y Jorge Fernández. «Damià no ha fallado nunca a nadie. Él ha dado su palabra y cumplrirá con sus compromisos», añadía Marcos, a quien apremian las urgencias de la inscripción en Superliga. «Voy a intentar que el equipo siga, es muy difícil, pero agotaré todas las opciones», sentenció.