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El filial estrenará dígitos en el calendario sacudido por el legado del año anterior y cruzándose en el camino de un Leganés mallorquinizado. Nando Pons, un técnico pragmático a más no poder pero despreocupado por la estética, ha logrado mejorar los números del Mallorca B "7 puntos sobre doce posibles", si bien es cierto que la rehabilitación de su grupo anda íntimamente ligada a un tipo llamado Alberto Luque.

El delantero de origen catalán, máximo realizador de la categoría con once goles en su cuenta, fue expulsado en el Romano José Fouto y no podrá ser alineado esta tarde ante el Leganés. Sin la pegada y verticalidad de Luque, Pons deberá recomponer su línea de vanguardia y buscar compañía para Diego Tristán, otro jugador que ha causado sensación en el fútbol nacional y cuyo futuro más inmediato es una incógnita. A la ausencia de Luque se unen las de Martí, Novo y Douglas, circunstancia que obligará a Nando Pons a citar a algunos jugadores juveniles.

El Mallorca B se encuentra situado en la décimoquinta posición en la tabla "20 puntos", los mismos que el Leganés en el que militan Julián Ronda y Raúl Pareja "este último no ha sido convocado por Sánchez Duque", dos futbolista con pasado bermellón y con residencia fijada desde hace varias temporadas en la capital. Es una circunstancia añadida a un partido relevante para el futuro del filial y Nando Pons no ha dudado en reconocerlo abiertamente. «Es muy importante para nosotros. Perdimos en Mérida y está claro que jugando en casa y ante un rival que se encuentra en una situación muy parecida a la nuestra no podemos fallar».

En el último encuentro de liga, el Mallorca B hincó la rodilla ante el Mérida (3-0) tras acumular tres partidos seguidos sin conocer la derrota, circunstancia que coincidió con el debút de Nando Pons en el banquillo al sustituir al destituido Jesús Linares.