La «Declaración de Lausana» adoptada en la Conferencia Mundial
sobre el Dopaje prevé la creación de «una agencia internacional
independiente antidopaje» que deberá estar en funcionamiento para
los Juegos de Sydney 2000, según acuerdo de las reuniones
mantenidas.
Un grupo de trabajo que represente al Movimiento Olímpico
-incluidos los atletas se dice expresamente en la Declaración- así
como a los gobiernos y organizaciones intergubernamentales
implicadas, se reunirá, por iniciativa del COI, en un plazo de tres
meses, para definir las estructuras, las misiones y la financiación
de la Agencia. Como función de esta agencia se cita «coordinar los
diversos programas necesarios para cumplir los objetivos que se
definan conjuntamente con las partes implicadas».
Los programas incluyen la ampliación de los controles dentro y
fuera de las competiciones, la investigación coordinada, promoción
de acciones preventivas y educativas, así como la armonización de
niveles científicos y técnicos, y procedimientos de análisis y
equipamientos.
La Declaración fue adoptada por aclamación y «con las reservas
expresadas por diferentes delegados entre ellos los de la Unión
Europea, por desacuerdo legal con algunos de sus contenidos, y
reunirá a sus ministros el 19 de febrero en Bruselas para estudiar
una contestación al documento redactado por el COI.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.