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La zaga del Mallorca B vuelve a quedarse huérfana. Cuando Nando Pons había conseguido cerrar la enfermería y acabar con el goteo de bajas por sanción que perseguía al filial, la defensa del conjunto balear se agrieta de nuevo. José Luis Rondo y Mauro Potenzoni no podrán viajar a Toledo y cumplirán un partido de sanción (acumularon la quinta cartulina amarilla), mientras Raúl Valencia ha decidido pasar por el quirófano para acabar con sus perpétuas dolencias en el talón de aquiles. Tres ausencias que modificarán parcialmente la estructura de un equipo que sigue sufriendo para repetir alineación.

Además, el central argentino padece una distensión muscular en la cara posterior del muslo de la pierna derecha y deberá permanecer dos semanas de baja. Potenzoni no se ejercitó en la mañana de ayer en el Príncipes de España y lo hará a un ritmo inferior al del resto de sus compañeros durante la semana, de cara a recuperarse lo antes posible de sus dolencias. El futbolista significaba que «estamos contentos porque todo se ha quedado en una distensión y no sufro rotura, pero en los próximos días esperaremos la evolución de la lesión para comprobar su verdadero alcance».

Por su parte, Raúl Valencia se reunió el domingo con los servicios médicos del club y acordaron pasar por el quirófano.