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Si se alegraron al conocer que el bombo continental había emparejado al Varteks con el Real Mallorca en los cuartos de final de la Recopa, después de lo visto ayer, parece claro que el sentimiento estaba justificado.

En un partido sin historia, el Zadar, un conjunto de la parte baja de la tabla, se ensañó con un Varteks que a los siete minutos veía como su marco era perforado por partida doble. Ello evidenciaba la falta de concentración de los de Drazen Besek. Pese a la gran labor en la medular de Muzek, el pulmón croata, el juego del Varteks dejó qué desear en todas las facetas. Sólo la relajación del Zadar tras la reanudación permitió que el Varteks ganara terreno, aunque el cansancio y el pobre balance de la segunda mitad, hicieron inútil la labor.

Si algo quedó claro es que el Varteks es un equipo asequible, pudiendo calificarse de fracaso el no acceso del Real Mallorca a las semifinales de la segunda competición continental.

El bajo nivel de los croatas, que jugaron ayer su primer partido de Liga tras el parón invernal, hace prever que el once balcánico no será el mayor enemigo que hallarán los de Cúper en su viaje a Varazdin; ese papel parece reservado al frío y al pésimo estado del terreno de juego, duro y helado, además de los ocho mil fanáticos que apoyarán al único representante continental que le queda al fútbol croata.