El Real Mallorca vuelve a citarse una vez más con la historia. Una
cita que llega en forma de partido grande. El grupo de Cúper tiene
ante sí el reto de acceder por primera vez a las semifinales de la
Recopa de Europa. Para ello tiene la imperiosa necesidad de
eliminar al Varteks de Croacia. El resultado de empate a cero
cosechado en el partido de ida ha dejado la eliminatoria abierta
aunque la balanza está inclinada en favor de los mallorquinistas
por varios aspectos.
El primero y fundamental es el potencial que separa a uno de
otro equipo, un potencial que quedó en evidencia hace dos semanas
en Varazdin aunque la fortuna en ese encuentro no estuvo del lado
mallorquín. El segundo punto a tener en cuenta es que los rojillos
juegan en casa, ante su afición y con toda la motivación posible
que puede tener un futbolista. En el capítulo deportivo el Real
Mallorca afronta el partido con la baja de Jovan Stankovic, que
sigue viendo los partidos europeos que juega su equipo desde la
grada. Cúper pierde también a Fernando Niño, un stoper del cual
echa mano cuando la situación se convierte en comprometida. La
principal novedad en el grupo de futbolistas es la llamada del
jugador del filial, Alberto Luque, que por primera vez observa con
alegría cómo su nombre está escrito en la pizarra del equipo de
Primera. Los croatas, por su parte, asumen su papel de víctimas y
llegan a Palma con toda la ilusión del mundo pero asumiendo la
realidad de que frente a ellos tendrán a uno de los mejores equipos
de la Liga de las estrellas. El encuentro arrancará a las 20:30
horas y será dirigido por el colegiado polaco Ryszard Wojcik. Se
presume una gran entrada en el Lluís Sitjar.
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