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EFE - Sicilia
La tercera etapa del Giro de Italia, que se disputa entre las localidades de Catania y Messina, con 176 kilómetros de recorrido, volverá a estar presidida por la tranquilidad en el grupo de corredores que aspiran a alzarse al final de la carrera con los primeros puestos de la clasificación general.

La lucha durante la primera semana de la competición italiana se centra fundamentalmente en los velocistas, aunque no deben descuidarse el resto de ciclistas pues siempre se puede presentar la posibilidad de alguna escapada en solitario.

La tercera etapa, última del periplo siciliano antes de embarcar hacia la península itálica, no tiene grandes dificultades montañosas. Los corredores sólo tendrán que superar un puerto de segunda categoría, el de Mandrazzi, de 1.125 metros de altitud y que se encuentra situado en el kilómetro 80 de carrera.

El resto del trazado es llano en casi toda su totalidad, sobre todo el final, cuyas características se adecúan a una llegada masiva que con toda probabilidad se decidirá al sprint.