Miles de aficionados del Mallorca se han desplazado hasta Birmingham para presenciar en vivo la final. Foto: PEDRO PRIETO.

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Si cada cierto tiempo el planeta fútbol activa todos sus mecanismos y se esfuerza en unificar criterios para proyectar una cita única que arrase con cualquier pasado, está claro que el Mallorca se encuentra ante su partido del siglo. Recluido desde el lunes en un castillo reconvertido en hotel de uso exclusivo para los más pudientes, el grupo que prepara Héctor Cúper se cruzará esta noche en el Villa Park de Birmingham con la Lazio, el único que puede apartarle de la gloria y emborronar un trayecto de ensueño.

Birmingham y todo su entorno se han encargado de recordar al conjunto balear cual es su estatus en Europa. En el país de las apuestas, la última final de la Recopa ha movido muchas libras y un somero repaso al estado de las mismas delata que haber dejado en el camino al Chelsea ha tenido un influjo mínimo entre los ingleses. La Lazio goza de todas las confianzas y barre al Mallorca en uno de los ejercicios favoritos de los británicos. Pero eso no deja de ser un pasatiempo cuya tendencia se aferra a un argumento