Era el partido más importante de la historia del Real Mallorca y
las autoridades españolas y baleares quisieron estar presentes en
el palco del Villa Park de Birmingham. La Familia Real también
estuvo presente en esta importante cita, representados por los
duques de Palma de Mallorca, la infanta Cristina e Iñaki
Urdangarín.
Acompañando a los duques de Palma de Mallorca se encontraban el
ministro de Cultura, Educación y Deportes, Mariano Rajoy; el
president del Govern Balear, Jaume Matas; la delegada del Gobierno,
Catalina Cirer; el alcalde de Palma, Joan Fageda; el presidente de
la Federación Española de Fútbol, Àngel María Villar; el presidente
de la Federación Balear de Fútbol, Antonio Borrás del Barrio, y el
presidente del Real Mallorca, Guillem Reynés.
En una segunda línea se encontraba el propietario del Real
Mallorca, Antonio Asensio, acompañado del presidente de la FIFA,
Lennart Johansson. También estuvieron en el palco el presidente del
Grupo Serra, Pere A. Serra, el vicepresidente del Grupo Serra,
Paulino Buchens y el director general de publicaciones del Grupo
Serra, Miguel Serra.
El tenista mallorquín Carlos Moyá tampoco quiso perderse la
ocasión de presenciar la final de la Recopa y estuvo en una zona
cercana a este palco. Moyá vivió una situación extraña ya que se le
había facilitado una entrada para la zona donde estaban los
aficionados italianos, aunque enseguida se remedió la situación y
se le situó al lado del palco.
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