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Seis partidos separan a los representantes mallorquines del botín de bronce. Constància, Poblense, Ferriolense y Atlético Baleares tratan de alcanzar a partir del sábado una categoría maldita en las últimas fechas y que sigue huérfana de conjuntos insulares.

El grupo de Nico López abre la competición en casa y tendrá en el Novelda uno de los equipos más duros: Boli, Sigüenza o Yan, algunos de sus mejores elementos. El Mataró catalán y el Mar Menor murciano (ex Segunda B) son una incógnita.

El Ferriolense puede beneficiarse de la condición de filial del Elche B. Si el primer equipo ilicitano no asciende a Segunda, habrá una plaza más. Los de Darder abren competición ante los levantinos y cuentan con Premià y Horadada como compañeros de viaje.

El Orihuela será el principal rival del Poblense. El campeón murciano tiene un potencial envidiable. Alzira y Europa, el resto.
Por último, el Atlético Baleares ha sido el gran damnificado. Se mide al Manlleu, campeón catalán, y a dos históricos como Alcoyano y Lorca. Gran presupuesto y calidad.