La semifinal de la Recopa ante el Chelsea ha sido el hito más destacado de la historia del estadio mallorquinista.

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El Lluís Sitjar pasará a la reserva. El viejo es Fortí albergará el próximo domingo el último partido de Liga en Primera División y a partir de la próxima temporada pasará a ser utilizado por el conjunto filial. 54 años después de su inauguración el popular campo mallorquinista bajará el telón al fútbol de más nivel aunque en sus paredes quedarán grabados para siempre recuerdos imborables de la ya larga historia del club bermellón.

Es Fortí nació el 24 de septiembre de 1945. Un partido entre el Mallorca y el Jerez fue el primero que se disputó en este estadio y el resultado final fue de tres goles a cero. La primera alineación que de forma oficial saltó al terreno de juego fue la formada por Ramallets, Tamayo, Grech, Mateo, Castro, Pocoví, García Díaz, Sans, Montalvo y Primo.

Ascensos y grandes tardes de fútbol en Primera División quedarán grabadas para siempre en el Lluís Sitjar. Por su césped han pasado muchas y grandes figuras del fútbol mundial y equipos y selecciones que en más de una ocasión motivaron que el viejo Es Fortí fuese noticia no sólo en España sino en toda Europa.

En la presente temporada el equipo entrenado por Héctor Raúl Cúper ha alcanzado metas que hasta no hace mucho tiempo eran impensables para los aficionados bermellones. El broche de oro sin duda ha llegado en forma de Recopa de Europa. El pasado 22 de marzo el viejo es Fortí albergó el partido de vuelta de las semifinales de la Recopa. Mallorca y Chelsea se jugaban el pase a la final y fue el conjunto mallorquinista quien celebró la clasificación para disputar el choque frente a la Lazio que se jugó en Birmingham. De hecho desde que el Mallorca consiguiese el último ascenso a la Primera las noches de fiesta se han ido sucediendo regularmente. Semifinales de la Copa del Rey, de la Recopa, goleadas a equipos de la talla del Atlético de Madrid o del Athlétic de Bilbao, victorias ante los dos grandes como el Barcelona o el Real Madrid y un largo etcétera. El Sitjar ha quedado desfasado con el paso del tiempo pero es todo un símbolo para los seguidores mallorquinistas.