El conjunto de Héctor Cúper puso punto y final a una temporada histórica para la entidad.

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3 VALENCIA: Cañizares (1), Anglomá (2), Carboni (1), Djukic (2), Camarasa (1), Milla (1), (Schwartz, min.74) (1), Mendieta (2), Farinós (2), Ilie (2), Vlaovic (2), (Angulo, min.63) (1), Claudio López (2), (Serban, min.69) (2).
0 MALLORCA: Roa (2), Olaizola (2), M. Soler (2), Marcelino (2), Siviero (1), Engonga (3), P. Soler (1), Stankovic (1), (Paunovic, min.59) (1), Ibagaza (0), Carlos (1), (Chupa López, min.64) (1), Dani (1).
GOLES: 1-0, min.12: Marcelino marca en propia puerta al tratar de solventar un error de Roa a un remate de Anglomá.
2-0, min.52: Mendieta remata de cabeza un medido centro de Claudio López y bate a Roa.
3-0, min.65: Ilie empalma un pase de Claudio y marca.
ÀRBITRO: José Esquinas Torres (Asociación Madrileña). Mostró tarjetas amarillas a Milla (min.3), Carlos (min.29), Farinós (min.34), Ariel López (min.69).
INCIDENCIAS: Alrededor de tres cuartos de entrada en Mestalla. Medio millar de aficionados mallorquinistas acudieron a presenciar el último encuentro de la temporada.

TOMEU TERRASA
Fue una jornada de adioses pero en la que no se vertió una lágrima: a pesar de la fulminante derrota ante el Valencia, el Mallorca rubricó la mejor temporada de su historia con un tercer puesto que pasará, como tantas otras cosas de este curso, al libro de oro del club. El equipo bermellón jugará la próxima temporada en la Europa de los elegidos aunque para ello deberá aprobar una selectividad previa el próximo mes de agosto.

El Mallorca las tenía todas consigo para defender su segundo puesto. Venía reforzado por la pletórica victoria ante el Celta y dispuesto a mantener a raya a un Valencia cuyo porvenir continental dependía de demasiadas carambolas. Sin embargo todo se torció en doce minutos, cuando Anglomá aprovechó que Carlos Roa, el portero más divino de la historia del club, se encontraba en las nubes para enviar un remate que Marcelino no acertó a desviar. Al Mallorca nunca se le ha dado muy bien jugar con transistores de por medio.

Nervioso y atenazado por un ambiente infernal, el grupo de Cúper ejecutó un fútbol desorientado y sin criterio, buscando situaciones de ventaja allí donde el Valencia no estaba dispuesto a conceder un metro. El equipo de Cúper vivía a costa del oxígeno que le llegaba del Bernabéu, mientras Real Madrid y Deportivo mantenían un esperanzador empate, pero empezó a tambalearse cuando dos goles de Raúl le descabalgaron del segundo puesto.

Espoleado por los marcadores en otros campos (y especialmente por la derrota del Celta), el Valencia buscó acomodo en el partido y lo encontró en los primeros compases del segundo tiempo, cuando Mendieta batió a Roa de un incontestable cabezazo. El guión del encuentro comenzaba a quedar perfectamente definido. El grupo de Ranieri se encontraba más a gusto en la medida en que su rival comenzaba a desquiciarse. Adrian Ilie estableció la sentencia final en una jornada pletórica para Mestalla, que jugará, de la mano de Héctor Cúper, la Liga de Campeones.