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EFE - Barcelona La tercera etapa de la 79a. edición de la Volta a Catalunya no tuvo ni vencedores ni vencidos y se convirtió en un homenaje al malogrado ciclista español Manuel Sanroma, que encontró la muerte en la jornada anterior como consecuencia de una impresionante caída que puso fin a su vida en tan sólo una treintena de segundos.

Muestras de dolor y condolencia antes, durante y después de los cien kilómetros que tuvieron que cubrir los 110 corredores que siguen en carrera, pues en la salida no estaban los compañeros de Sanroma, que decidieron abandonar la prueba y acompañar a los familiares de Sanroma en unos momentos tan dolorosos.

Una jornada atípica y triste, envuelta en un ambiente extraño debido a los pocos aficionados que se agolparon en las cunetas, en la que el pelotón se dedicó a reflexionar sobre lo que está ocurriendo actualmente en el ciclismo.

En la salida se guardó un minuto de silencio y en la línea de meta los corredores se bajaron de la bici y la cruzaron a pie.