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El regreso del filial al tercer escalón del fútbol nacional va a originar un nuevo éxodo de jugadores mallorquines. Con el descenso en su currículum, pero con una temporada en Segunda bajo el brazo, los futbolistas insulares empiezan a recibir ofertas que llenan su futuro. Con el cartel de transferibles que les colgó el club desde el pasado lunes, la plantilla busca nuevas residencias. El Recreativo de Huelva pretende contratar al centrocampista Pep Lluís Martí. El histórico club onubense, que tendrá a Alfonso del Barrio como inquilino del banquillo, tiene al mallorquín en su lista de adquisiciones. La secretaría técnica intensificará las gestiones para firmar al jugador formado en las categorías inferiores del club balear. Martí cerraba este año su ciclo en el Mallorca y la entidad ha decidido no renovar su contrato.

Otro de los que parece que abandonará la isla es Rafael Sastre. El de Binissalem ha recibido una tentadora oferta del Cádiz y está muy cerca de alcanzar un acuerdo con el equipo que dirigirá Jesús Linares. Las negociaciones están muy avanzadas. Por otra parte, el Burgos intenta contratar al portero Miki. Después de militar una temporada en el Binéfar, los del Plantío quieren fichar a un jugador que también podría engordar la plantilla del Mallorca B.

José Luis Rondo también tiene contrato en vigor, pero el club le ha manifestado su intención de traspasarlo (con una opción de compra a final de temporada). El jugador ha señalado que tiene un par de ofertas de Segunda División y que no seguirá en el filial balear.