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Fernando Giménez, presidente del Comité Organizador de la Universiada y Joan Fageda, máximo responsable del Comité Ejecutivo de los Juegos, explicaron en rueda de prensa que «protocolo de la Casa del Rey aconsejó que no sonara la Balanguera junto al himno nacional durante la inauguración de los Juegos. Pese a que estaba previsto, al final nos comunicaron que no era oportuno». Por su parte, Asunción Valdés, jefa de relaciones con los medios de comunicación de la Casa del Rey, aseguró que la Universiada en ningún momento planteó la posibilidad de que sonara el himno de Mallorca en la ceremonia.

Los dos responsables de los juegos destriparon el arranque del evento. Su analítica de la Universiada tuvo un color rosa hasta que los medios de comunicación iniciaron el interrogatorio. Fue entonces cuando las palmadas en la espalda y la sonrisa de Giménez tornaron en una mueca agria. El presidente del Comité Organizador se apresuró a sacudirse los problemas y justificó los dos cambios más significativos de la ceremonia, la Balanguera y el sol de Miró: «Protocolo de la Casa del Rey consideró al final que no era oportuno que sonara el himno de Mallorca y que sólo debía hacerlo el nacional, y así se hizo. En cuanto al sol de Miró, no se realizó porque hubo un problema de distribución de los papeles en los asientos».

El departamento de la Casa del Rey interpretó, en base al artículo 5 del Real Decreto 1560/97 publicado en el BOE número 244, del 11 de octubre de 1997, que no era oportuno que sonara la Balanguera junto al himno nacional el sábado. Igualmente, el reglamento de la FISU señala que sólo debe tocarse el himno nacional. ¿Confusión, exceso de celo, malentendido?

El resto del análisis fue más plácido. Fageda aprovechó para hacer balance "«la ceremonia fue digna», comentó el alcalde de Palma en funciones" y ensalzar la labor del entorno de los Juegos: «No fue fácil, como toda obra humana, pero salió bien gracias a la dedicación de muchas personas. Me sumo a las portadas de todos los periódicos». Para Giménez, «todo salió según el desarrollo que estaba previsto».

Sin embargo, la actualidad extradeportiva empieza a quedar incrustada en un rincón. La hierba, el parquet, el agua y el tartán han tomado el relevo de una caótica previa y son ahora los focos de atención. No quedó Fernando Giménez al margen y explicó diversos contratiempos que han surgido, pero que no han alterado la competición. Sobre la polémica homologación de la pista de atletismo, el máximo exponente del Comité Organizador de la Universiada señaló que «los técnicos vienen entre los días 6 y 7 y será entonces cuando se confirmará dicha homologación». Giménez comentó que «actualmente hay casi 5.000 atletas alojados y esperamos una cifra cercana a los 6.000», en referencia al número de deportistas que participarán en el evento.