Formación del conjunto nacional que superó en la tarde de ayer en el Germans Escalas de Son Gotleu a la selección de Brasil. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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1 ESPAÑA: Daniel Mallo, Jordi Ferrón, Alain González, Ezequiel Loza, David Barrero, Ismael López, Daniel Amieva, Alberto Rivera, José Rodríguez, Gonzalo Colsa y I.Iduriaga.
Cambios: Isidro Nogales por Ismael López, Soriano por Alberto Ribera y Alberto Ibáñez por José Rodríguez.

1 BRASIL: Lauro Araujo, Luis Carneiro, Rodrigo Romano, M. Barbosa, C.Marcarini, Frank Costa, C.Pimenta, G.Oliveira, Luis Dourado, Ney Figueiras y Anacleto.
Cambios: Charlton Silva por Luis Dourado, R.Teixeira por M.Barbosa y Yuri Leitao por G.Oliveira.

ÀRBITRO: José Robles (México). Casero. Amonestó con la cartulina amarilla a los brasileños Rodrigo Romano, M.Barbosa y R.Teixeira. Expulsó de forma directa al carioca C.Pimenta en el minuto 41.

GOLES:
Minuto 29, penalti sobre Colsa que transforma Ribera, 1-0.
Minuto 78, Anacleto empuja de cabeza desde el área, 1-1.

PENALTIES:
Ferrón falla (0-0); Marcarini falla (0-0); Amieva falla (0-0); Costa falla (0-0); Barrero gol (1-0); Romano gol (1-1); Soriano gol (2-1); Teixeira gol (2-2); Colsa gol (3-2); Anacleto falla (3-2). España pasa a la final.

XISCO CRUZ
España cambió la samba por el oro. En un partido sin gracia, con una calidad ínfima y sin excesos, el combinado de Teodoro Nieto accedió al último escalón por penalties. Nadie mereció el triunfo, pero el equipo nacional empujó más. Fue el menos malo desde el punto fatídico y ahora se verá el rostro con Italia en una duelo europeo.

Brasil ofreció en Son Gotleu la antítesis del balompié carioca. Y es que las grandes figuras brasileñas no pasan por la escuela y mucho menos por la universidad. Los estudios están reservados a un grupo de privilegiados que apenas si alcanzan a combinar dos pases con criterio. Ayer se limitaron a correr, ofrecer una lección de juego subterráneo y esperar un error ajeno para tomar impulso. Claro que España no va mucho más allá. Tiene a su mejor elemento en el lateral derecho y tan sólo Ribera es capaz de alegrar el rostro de la grada. Así, con los dos mejores jugadores del choque situados en la portería brasileña y en la zaga española, los goles debían llegar trazados con escuadra y cartabón. Colsa fue sujetado en el área y Ribera marcó de penalti (minuto 29). Luego, la expulsión de Pimenta y minutos de sopor. Fútbol horizontal, mucho pase y poco brillo.