España ha cerrado los primeros diez días de competición con 20 medallas

Jesús Carballo fue el encargado de mostrar el camino. Se apoderó de las anillas del Príncipes y el bronce colgó de su cuello. España sacó el máximo rendimiento de la primera aparición de una de sus estrellas. A partir de ese día (6 de julio) la lluvia de metales no cesaría.

Sin embargo, en un país bañado por el mar, las esperanzas deben centrarse en la natación. María Peláez conquistó en las cristalinas aguas exteriores de Son Hugo el primer oro para España y abrió un botín cargado de metales. Mientras, Jorge Pina alteraba el pulso de Ficobasa y lograba una tercera plaza en esgrima.

Esther San Miguel fue la referencia del jueves. La judoka española subió al tercer escalón del podio y maquilló un día poco sustancioso en medallas.

El viernes era el día para que Daniel Vidal atrapara los corazones de los mallorquines. El nadador de Ciutat acarició el oro en los 1.500 libres, pero en su épica carrera se quedó sin oxígeno. El bronce fue un premio menor, porque la gesta mereció enaltecer su currículum. Luego, Ana Palomo (natación), Leire Iglesias (judo) y Rafael Àlvarez (saltos) se colgaron el bronce en una jornada que rayó la perfección.

El tartán de Son Moix tomó el relevo el pasado sábado. Roberto García (5.000 metros) y Dana Cervantes (pértiga) se repartieron plata y bronce en un marco incomparable. El atletismo español también se licenciaba en Palma.

La jornada de ayer: Medallas en vela, tenis, esgrima, voleibol y atletismo
La jornada de ayer engordó el medallero español. La vela española hizo una cosecha espectacular al conquistar dos de oro "Europa y 470 femenino" y tres de plata "Europa, 470 masculino y Láser". Almeyda, Garriga, Vía Dufresne, Azón, Gustavo, Tunte Cantero y Doreste, los protagonistas. Portas perdió la final de tenis, mientras Marta Fernández lograba el bronce en la media maratón. El equipo de España, plata en esgrima. El voleibol superó a Korea y fue tercero. La atleta Ana Menéndez, bronce en 1.500 metros.