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PERE CASTELLÓ El Club Bàsquet Inca celebró el pasado miércoles su asamblea anual donde se notó menor asistencia de socios (35 de los 440) respecto a la reunión del año pasado (un centenar), síntoma de la desilusión de los últimos proyectos deportivos del primer equipo profesional de la entidad.

La Junta Gestora que no preside nadie cuenta con cuatro vicepresidencias: Joan Rubert, Jordi Morey, Sebastià Peña, Josep Lluis Mádico, que podrían contravenir los estatutos sociales de la entidad, según los socios Toni Maura y Pep Mula, y no tienen claro cuando habrá elecciones a la presidencia. El resto de gestora la forman el gerente-portavoz, Sunil Bardawj, secretario Miguel Ibáñez, y tesorero Andreu Arrom.

Se aprobó por asentamiento la cuenta de resultados del 98-99 por los pocos abonados presentes con un saldo negativo de un millón. Para esta próxima temporada se ha previsto un total de setenta y tres millones cuatrocientas mil pesetas de presupuesto, del cual son las mayores partidos para remuneración de jugadores y entrenadores con un montón de casi cuarenta millones, junto a los poco más de diez en desplazamientos. El Bàsquet Inca contará con Pepe Silva un preparador físico profesional para el primer equipo, que además entrenará los equipos inferiores.