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El Real Mallorca ya prepara el asalto a la Champions. Los hombres de Mario Gómez efectuaron en la mañana de ayer el primer entrenamiento después de la pretemporada efectuada en Austria. Los futbolistas bermellones entrenaron por espacio de algo más de dos horas en sesión de mañana y por la tarde volvieron a repetir. El principal «hándicap» de la plantilla fue el calor asfixiante con el que tuvieron que convivir durante la sesión preparatoria. El masajista no daba razón a la hora de llenar los tanques de agua para que bebieran los jugadores y estos sudaron de lo lindo en el transcurrir de la sesión matutina. El grupo bermellón está en muy buena forma. El trabajo efectuado en Kössen ha sido muy positivo y el preparador físico, Claudio Bóveda, y todo el cuerpo técnico destacan la buena puesta a punto de todo el equipo.

«La temperatura es muy alta. En Austria no había tanto agobio pero esto se superará», dijo Bóveda. «El balance de la pretemporada es muy bueno. Se cumplió casi un noventa por ciento de lo que se planificó y la plantilla está bien, a punto, sólo faltan minutos de juego». El trabajo del preparador físico es en estos momentos clave ya que el inicio de temporada se presenta duro desde el primer instante. «El trabajo de todo el cuerpo técnico es clave, no sólo el mío. Hemos planificado una línea de trabajo y la estamos llevando a cabo de forma muy positiva». Los futbolistas por su parte destacaban el calor sofocante que están padeciendo desde su llegada a Palma. Iván Gabrich manifestaba al respecto que «yo venía de Argentina donde hacía mucho frío, en Austria se estaba muy bien y aquí hace mucha calor pero hay que ambientarse lo antes posible». El delantero está muy ilusionado en su nueva etapa como jugador bermellón. «Estoy muy ilusionado, me encuentro bien. He gozado de minutos, he andado bien y ahora espero que lleguen los partidos para ver si sigo contanto para el entrenador».