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18.25 horas. El fax del Real Mallorca recibe un comunicado oficial del Comité Nacional de Entrenadores. El organismo federativo argumenta que la documentación enviada por el club balear no acredita que Mario Gómez cuente con una experiencia mínima de tres años como entrenador titular y le prohíbe volver a sentarse en el banquillo rojillo. Horas antes, Borrás del Barrio ya adelantaba la decisión en los micrófonos de Ultima Hora Radio. La entidad mallorquina estudia la resolución y decide evitar cualquier tipo de recurso deportivo, por lo que inmediatamente hurga en el mercado para encontrar un sustituto al preparador argentino.

Es la crónica de una muerte anunciada. Inflexible, Ramón Cobo (presidente del Comité) personificó una lucha que acaba con Mario Gómez lejos de la isla y con una grieta en el banquillo bermellón. El Mallorca asegura en boca de Mateu Alemany que «está disconforme con la resolución», pero prefiere no recurrir a la vía ordinaria (la deportiva está agotada) para no alargar el proceso y perjudicar al equipo. Joan Buades, vicepresidente y asesor jurídico del club, iba más allá: «se pueden haber vulnerado algunos principios constitucionales».

El consejero delegado buscó en la comparecencia ante los medios el epicentro del problema y significó que «o los documentos que acreditan Lanús y Ferrocarril Oeste, que certifican que Gómez actuó como Director Técnico Titular, son falsos, o el Comité Nacional de Entrenadores se ha equivocado. Lo sabremos tarde o temprano, porque Mario Gómez ha contratado un buffete de abogados en Madrid que van a recurrir a todas las instancias para que se aclare el perjuicio económico y de imagen que existe en este caso», explicaba Alemany.

La entidad considera que «el Comité no ha sido objetivo porque hemos aportado todos los papeles necesarios, pero teníamos siempre la sensación de que el esfuerzo era inútil. La decisión estaba tomada».