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EFE - Nueva York Ni el propio Agassi creería hace dos años, cuando estaba en las profundidades de la clasificación mundial de la ATP (más allá de los 100 primeros), que iba a volver a la élite, y de qué manera.

Esta madrugada el genial jugador de Las Vegas de 29 años volvió a dejar boquiabiertos a los espectadores al desarrollar un juego perfecto. Y eso que su compatriota, Todd Martin, no le puso las cosas nada fáciles y llegó a estar incluso dos sets a uno a su favor (6-4/6-7/6-7).

Pero Agassi volvió a demostrar una vez más que cuando peor le van las cosas, consigue sacar esta casta de auténtico campeón y logró remontar un encuentro que sólo él podía hacer.

Fue un encuentro cargado de grandes puntos. Por momentos parecía que Martin, impresionante tanto en el juegom desde el fondo de la pista como en la red, iba a hacerse con el encuentro. Pero tras el cuarto set que consiguió anotarse Agassi por 6-3, la tortilla dio la vuelta.

Martin, un año mayor que Agassi, acusó el desgaste y aunque ofreció toda la resistencia que pudo, el de Las Vegas se encontraba lanzado. Sacó el tiralíneas y fue enviando bola tras bola a todas las líneas de la pista.

Con 5-2 a su favor en el quinto set, Agassi realizó tres restos mágicos, y tras desaprovechar una bola de partido, la segunda fue la definitiva y tras ver cómo Martin estrellaba la bola en la red tras otra bola a la línea de Agassi, levantó los brazos, sonrió de oreja a oreja y fue a abrazarse con su entrenador, el ex tenista Brad Gilbert, verdadero artífice de la resurrección de Agassi.

Con este resultado, Agassi recupera el número 1 del mundo y se convierte en el principal favorito para ganar la última gran cita de la temporada: el Masters de Hannover, cuyo campeón actual es el español Alex Corretja.

Serena Williams, campeona en féminas
La estadounidense Serena Williams ganó el sábado el Abierto de Estados Unidos, al vencer en la final femenina a la número uno del tenis mundial, la suiza Martina Hingis, 6-3, 7-6 (7/4). Williams, de sólo 17 años, alcanzó así su primer título de Gran Slam, dos años después de la final perdida por su hermana Venus ante la propia Hingis. De ese modo, se vengó de la derrota sufrida por su hermana en 1997, en la final de Flushing Meadows. «No sabía qué hacer, reir, llorar, ponerme a gritar. Hice todo a la vez, estoy muy contenta» exclamó la joven norteamericana, quien ganó con su hermana el título de dobles al derrotar a Sabine Testud y Chanda Rubin.