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Después de moverse por arenas movedizas durante dos años, el Bàsquet Inca pisa ahora firme y sobre la superficie de la clasificación. Tres victorias en un estreno galáctico y una sensación de fortaleza que le permite afrontar los futuros compromisos con el role de aspirante, le han permitido encarar el cuarto compromiso liguero desde la cima de la tabla. Esta noche (21.00 horas) el grupo de Paco Olmos intenta seguir soñando y cumplir un arranque de competición sin mancha.

El técnico valenciano ha incidido durante la semana que es importante ir paso a paso y no fijarse techo. Trata el entrenador inquense de escapar de la euforia que vive el entorno del club y de mantener el empaque de una plantilla completa y sin fisuras. El Bàsquet Inca se mide al Cajasur de Córdoba con la plantilla al completo y con Gonzalo Fernández recuperado. El pívot volverá a aportar solvencia a la pintura y contará con Dani Merchán para cubrir los minutos que descanse el titular.

Olmos confía en el juego exterior de su equipo. Rubchenko y Roure están aportando puntos desde el perímetro y Yáñez, un jugador difícil de defender por su enorme versatilidad, está destacando por ser un hombre polifuncional. Además, Chambers se está acercando mucho más al aro y es imprescindible para la intimidación. Fernández completa un quinteto equilibrado y que, a pesar del desafío del técnico local («no tememos al Bàsquet Inca», significaba Rafael Sanz), el conjunto andaluz recela de la visita de un equipo lanzado y que apunta a la cuarta victoria.