El ritmo que impuso Biaggi desde el inicio fue muy rápido y por
ello se abrió un hueco importante con cierta facilidad. Crivillé,
Gibernau "que hizo de fiel escudero hasta que vio que podía ganar
la carrera" y Roberts se situaron tras él. Desde el principio,
Biaggi supo mantener el ritmo más adecuado a sus intereses y
controlando en todo momento a sus rivales, mientras que Crivillé
dio muestras de estar más preocupado por el campeonato que por esta
carrera.
Aun con todo, a Crivillé le volvió a sonreír la suerte, porque
uno de sus rivales en la lucha por el campeonato, el estadounidense
Kenny Roberts (Suzuki), se quedó sin ninguna opción al equivocarse
nuevamente en la elección de los neumáticos y tras una salida de
pista en el momento que era cuarto retornó a la misma en la
duodécima plaza y otra entrada en boxes le relegó a la vigésima
segunda y sin ningún punto que sumar en su cuenta particular, lo
que le deja fuera de toda opción.
Pero no fueron Gibernau y Crivillé los únicos españoles que
brillaron, pues el alicantino Juan Bautista Borja (Honda) hizo una
de sus mejores carreras y tras luchar codo con codo con Carlos
Checa (Yamaha) finalizaron en quinta y sexta posición.
El italiano Gianluigi Scalvini (Aprilia) se adjudicó la victoria
de 125 c.c. De nuevo la fortuna le resultó esquiva al piloto
español Emilio Alzamora (Honda), quien volvió a caerse por culpa de
otro piloto, en esta ocasión por su propio compañero de escudería,
el italiano Ivan Goi, y que le impidió concluir la prueba, aunque
se mantiene líder. En 250 c.c., el italiano Valentino Rossi
(Aprilia) es cada vez más líder al volver a adjudicarse el
triunfo.
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