Germán Burgos, en una imagen captada en la Policlínica Miramar minutos antes de someterse a la resonancia magnética. Foto: TERESA AYUGA.

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No ha sido más que un susto. Germán Burgos no sufre ninguna lesión grave y tampoco rotura alguna en la zona del muslo derecho. Ayer el cancerbero fue sometido a una resonancia magnética en la Policlínica Miramar y el resultado de la misma indicó que se trata de una lesión menor y más concretamente de una elongación en la zona del isquiotibial de la parte posterior del muslo.

Burgos por lo tanto confía en poder jugar con normalidad ante el Teplice aunque necesite para ello colocarse una muslera en la pierna afectada.
El portero sufrió esta lesión en el transcurrir del partido que disputó el Mallorca ante el Racing el pasado domingo. Germán sufrió un tirón y ya no inició la segunda parte siendo sustituido por Leo Franco. Hasta ayer el jugador estaba bastante preocupado pero tras desvelar que no había rotura se tranquilizó. «No hay rotura y ahora vamos a intentar realizar una buena recuperación para estar el jueves. Yo quiero jugar, si no tengo nada roto quiero jugar. Mi miedo era romperme y los resultados indican que no hay rotura y con una muslera creo que podré estar».

Burgos salió con mejor cara de la Policlínica y, según confirmó también el jefe de los servicios médicos del club, Joan Roig, el futbolista no está descartado. «Hay que esperar a ver la evolución de estos próximos días pero el jugador no está descartado. Se trata de una elongación del músculo y no de una rotura. Con unos ejercicios de recuperación evitando saltar hasta último momento creemos que podrá estar para el jueves».