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Bàsquet Inca regresa a Granada para abrir la segunda parte de la fase regular. El grupo Olmos vuelve al escenario de la Copa Príncipe de Asturias para cruzarse con un equipo fabricado para el ascenso pero que se ha movido junto a los más mediocres durante un buen tramo de la competición. El cuadro mallorquín ha completado un expediente diametralmente opuesto. Ha gobernado en lo más alto durante un buen puñado de semanas y ha finalizado la primera vuelta en la tercera plaza, a una sola victoria de distancia de Orense y Lucentum Alicante, los dos primeros clasificados.

Con el experimentado José Alberto Pesquera en su banquillo, el Granada abre el año en busca de equilibrio. Sus jugadores apenas han disfrutado de tres días de descanso durante las fiestas navideñas, entre otras cosas porque su entrenador considera que su plantilla mostraba una condición física poco acorde con las exigencias de la competición. Pesquera ha apostado por realizar una nueva pretemporada durante el parón que ha sufrido la Liga y aguarda la llegada de dos nuevos jugadores para finalizar la interminable reconstrución de su plantilla. El Granada está a punto de firmar a un nuevo director de juego y a otro jugador interior, circunstancia que podría agotar el ciclo de Ousman Traore, un pívot comunitario fichado durante la etapa de Iñaki Iriarte y que apenas ha gozado de protagonismo. Además de Traore, con la competición en marcha llegaron a Granada Eddie Casiano, uno de los jugadores más desequilibrantes de la categoria, y Richmond, un pívot estadouniense con pasaporte comunitario que el Breogán había despedido. Pesquera quiere que su equipo recupere la sonrisa cuanto antes y ha advertido que el partido de esta tarde "18.30 horas, Palacio de Deportes" oculta un gran valor terapeutico. «Está claro que anímicamente no estamos bien y que nos hacen falta victorias. Ahora mismo el Bàsquet Inca está mejor que nosotros, pero creo que podemos ganar y esta es nuestra intención», ha advertido el preparador de origen leonés en las horas previas a la cita.

Olmos también quiere estrenar el 2000 con victoria, aunque augura un partido muy complejo. «Es cierto que el Granada no está donde todo el mundo esperaba, pero tiene una gran plantilla y jugadores de muchísima calidad. Además, juegan en casa y están casi obligados a ganar». Olmos reconoció que «el equipo tiene muchas ganas de retomar el pulso a la competición y es eviente que sería muy bueno para nosotros ganar en una cancha como la del Granada».