Fernando Vázquez dirigiendo un entrenamiento ante la mirada de Miquel Àngel Nadal y Gustavo Siviero. Foto: TOMÀS MONSERRAT.

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La plantilla del Real Mallorca intenta mantenerse al margen del entorno y centra toda su atención en el encuentro que debe disputar el domingo en Son Moix frente al Espanyol.

Los futbolistas saben de la importancia del encuentro ante el cuadro catalán y son conscientes que la cabeza de su entrenador está pendiente de un hilo aunque ninguno quiere entrar a valorar este aspecto.

Miquel Soler se refería a la situación de crisis por la que está atravesando el equipo y a la posibilidad de que su entrenador deje de serlo si se cae frente al equipo catalán. «Del futuro del entrenador no tengo ni idea y respecto a la situación deportiva en el vestuario hay relativa tranquilidad porque sabemos que el domingo hay que poner toda la fuerza, el coraje, la concentración y ganar. Ganando el domingo se resolverá momentaneamente la situación», manifestó Miquel. Los futbolistas desean por encima de todo la victoria ante el Espanyol y de esta forma conseguir cuanto antes la permanencia matemática y afrontar también con mayor tranquilidad el próximo desplazamiento al Camp Nou.

Todo apunta a que el entrenador del filial, Juan Ramón López, se perfila como el principal sustituto de Vázquez si finalmente el Consejo de Administración decide prescindir de sus servicios. El entrenador del Mallorca B fue preguntado ayer por esta circunstancia y se limitó a declarar que «creo que el Mallorca tiene un gran entrenador y lo único que me preocupa ahora es meter a mi equipo entre los cuatro primeros, de lo demás no pasa nada por mi mente», aseguró.