0 MANCHESTER UNITED: Bosnich; Gray Neville, Berg, Stam, Irwin, Beckham, Keane, Scholes, Giggs; Cole y Yorke.
Cambios: Sheringham entra por Yorke en el minuto 75; Butt por Scholes en el minuto 81 y Silvestre sustituye a Irwin en el min.87.
ARBITRO: Gilles Veissiére (Francia). Mostró cartulina amarilla a Irwin, del Manchester United y a Karanka, del Real Madrid.
INCIDENCIAS: Partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones. 75.000 espectadores llenaron prácticamente las gradas del estadio Santiago Bernabéu. No se llegó a llenar por completo el campo. El partido de vuelta se disputara el próximo día 19 de este mes en el estadio Old Trafford.
LUIS VILLAREJO (EFE)
El Real Madrid tocó la tecla idónea para superar al Manchester en los primeros 40 minutos. Desactivó la bomba de relojería en las bandas, donde Giggs y Beckham tuvieron siempre problemas, y además Savio echó el resto en el costado izquierdo, con sus recortes y entradas hacia el centro.
McManaman, a los nueve minutos y de cabeza, pudo enderezar el encuentro. Un cabezazo suyo lo sacó de forma magistral Bosnich. El meta australiano repitió éxito luego con un tiro de Morientes. El Madrid, apretaba, pero sin fortuna.
El Manchester esperaba sus contraataques. Muy conservador atrás, el Madrid logró exasperar a Roy Keane, el jefe de los «diablos rojos». Todo un personaje Keane, el empleado más caro del club, al que no le preocupa echar la bronca en público a Berg, por ejemplo esta noche, por no cubrir su zona con seriedad en algunos momentos. Keane reúne un perfil espléndido para ser el líder de esta opulento Manchester y gracias a él, su equipo comenzó a espabilar en los últimos diez minutos, antes del descanso.
Fue en esos minutos, cuando el fuelle del Real Madrid bajó. Giggs, apagado hasta entonces, hilvanó alguna acción y provocó un par de saques de esquina, que como suele ser habitual este año, producen terror en la defensa del club español.
En pleno minuto de prolongación, antes de irse a la caseta, Yorke aprovechó un rechace en corto de Iker Casillas, para empujar el balón a la red. Afortunadamente, para los madridistas, el árbitro, pitó fuera de juego. En el segundo tiempo, Del Bosque cambió el guión táctico. Helguera y Redondo chocaban entre sí en muchas fases. Y es que Redondo, habitualmente, necesita espacio y libertad en el círculo central. Con Iván Helguera al lado, Redondo se ahoga. Por eso, en la reanudación Helguera tiró unos metros atrás, actuó como tercer central, al lado de Karanka e Iván Campo. Helguera sí tiene gasolina. Así que en las jugadas a balón parado, buscó con interés una de sus mejores facetas, el remate de cabeza. Sin embargo, Bosnich poco dejó a los madridistas. Estuvo sobresaliente todo el partido.
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