Ariel Ibagaza y Leo Franco en un gesto captado al término del Mallorca-Alavés disputado en el estadio de Son Moix; el conjunto balear vuelve a exhibir un fútbol solvente. Foto: MONSERRAT JÚNIOR.

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Si las primas a terceros son ofrecidas y abonadas con la misma facilidad que emerge su nombre justo cuando la Liga huele a quemado, el vestuario del Mallorca puede frotarse las manos. Luis Aragonés ha exteriorizado sus sospechas, aunque tampoco hace falta ser sabio y haber nacido en Hortaleza para reabrir un contencioso tan viejo como invisible. Basta con echar un somero repaso al último tramo de competición doméstica que aguarda al grupo balear para elevar suspicacias y debatir un secreto a voces.

Fernando Vázquez no ha querido perder tiempo valorando la posibilidad de que sus futbolistas salten al Carlos Tartiere presuntamente estimulados por Racing, Betis, Atlético Madrid o el propio Athletic Club argumentando que «no opino sobre algo que es ilegal», aunque el grueso del plantel ha optado por lanzar un mensaje más sutil. La puerta está abierta, pero todos se han apresurado a subrayar que la posibilidad de alcanzar una plaza UEFA es un reto que no precisa ser alimentado con aditivo alguno. «En estas fechas siempre se habla de lo mismo; es una canción que siempre se escucha a estas alturas de temporada. A mí no me parece mal siempre que sea por ganar, pero ante el Oviedo tenemos una buena oportunidad para acercarnos a la zona europea y esa es nuestra mayor motivación», aseguró Lauren Bisan al término de la sesión de entrenamiento que efectuó el Real Mallorca en Son Moix. El centrocampista opinó que «ahora que nos hemos alejado del descenso tenemos la obligación de mirar hacia arriba. Si queremos meternos en la UEFA debemos ganar. Y a eso vamos, independientemente de primas y terceros».