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El guante está lanzado, aunque mirar hacia atrás también resulta inevitable. Drac Inca abre esta noche en Córdoba su participación en las eliminatorias por el ascenso en un claro desafío a su historia más negra. Dos temporadas después, el perdedor por antonomasia de la LEB regresa a los playoffs aparentemente exorcizado e instalado en un peldaño superior al de su rival. Las expectativas son máximas, fundamentalmente porque el grupo de Olmos "pese a afrontar el cruce con el factor pista en contra" se sabe favorito y mejor armado que el Cajasur. El único aspecto que pone en tela de juicio la consistencia del ambioco tratado de intenciones mallorquín cabe buscarlo en la enésima reconstrucción que ha experimentado: Lou Roe y Román Rubchenko nunca han jugado juntos y Alberto Alzamora necesita ritmo de competición porque en Girona ha tenido muy pocos minutos.

Al margen de estos aspectos, cualquier comparación entre Cajasur e Inca deja mal parado al cuadro andaluz, si bien la conclusión global que ha arrojado la fase regular proyecte una afirmación totalmente inversa. Pero en una competición donde la fase regular nunca dicta sentencia, el pasado más reciente siempre queda reducido a una simple estadística. El presente delata que el pabellón Vista Alegre es una cancha complicada, pero que su titular se ha despojado de uno de sus extranjeros "Rodell Guest" y lo ha reemplazado por un nacional con poco cartel "Manuel Gómez (Unicaja Liga EBA. Además, Joe Alonso, su jugador más clarividente, arrastra problemas físicos que, casi con toda seguridad, le impedirán jugar esta noche. Ante esta tesitura es evidente que el andamiaje del Cajasur ha quedado sensiblemente dañado y que el Drac Inca es quien debe tomar la palabra. «Considero que a partir de ahora nosotros no vamos a perder, serán los rivales los que tengan que ganarnos», ha significado Paco Olmos en las horas previas a la apetura del tramo más crucial de la competición. «Considero que somos un aspirante más al ascenso a la ACB, pero dentro de un grupo repleto de buenos equipos y además con mucha humildad. Sería un error absurdo perderle el respeto al Cajasur y a la propia LEB. Debemos recordar que ellos han acabado la Liga en la octava posición y nosotros en la novena. Eso si, queremos intentar sentenciar la eliminatoria en Córdoba y a eso vamos».