TW
0

ALBERT ORFILA (ENVIADO ESPECIAL A CÓRDOBA)
Drac Inca se ha negado cualquier euforia. La plantilla se ha prohibido referirse al pasado más reciente y ha intentando trasladar de nuevo la eliminatoria a un punto de partida ficticio. Consciente de su superioridad y de que el Cajasur ya está herido de consideración, todos se han propuesto un volver a empezar. Es el mensaje que ha aireado Paco Olmos durante las horas previas a la cita de esta noche "21.00 horas, Pabellón Vista Alegre" y que parece tener claro todo el grupo.

Pese a la ventaja que cobró el miércoles en la eliminatoria, en el Inca todo son rostros desmesuradamente serios y gestos de tensión únicamente perceptibles en época de playoff. «De momento no hemos conseguido nada, esto es muy largo y relajarse sería tan absurdo como contraproducente», ha advertido el técnico mallorquín, quien aboga por «seguir respetando a un rival que en casa es muy incómodo y que en la fase regular ha ganado más partidos que el Inca».

No obstante, tras el discurso de Olmos y los propios jugadores subyacen grandes dosis de tranquilidad. Drac Inca sabe que se ha ganado el derecho a sentenciar este cruce de octavos de final en el Palau, fundamentalmente porque su armamento es muy superior al del Cajasur. En el primer envite cobró tangencia una lectura que resultaba obvia. El equipo andaluz tiene un corazón enorme y practica un baloncesto huérfano de complejos, pero el talento y el oficio casi siempre acaban imponiéndose y en este aspecto la diferencia entre Cajasur e Inca es enorme. Lou Roe (21 puntos, 12 rebotes y 6 tapones en el primer partido) ha dejado claro que es un jugador imprable en esta Liga, un gran factor de desequilibrio al que también debe añadirse el gran momento de forma de Nacho Yáñez y el propio Luis Merino, clave en el primer triunfo mallorquín en el playoff. Fiel a su manual, Olmos optó por dar máximo protagonismo a los hombres que han rehabilitado al equipo en la recta final de la fase regular. Rubchenko y Alzamora, por ejemplo, están llamados a ser importantes, pero en el partido del miércoles gozaron de muy pocos minutos.

Ante el partido de hoy, los antecedentes y los propios números vuelven a proyectar al Drac Inca como el gran favorito. Cajasur tiene toda la presión y su comportamiento ante una situación extrema es una incógnita. Los mallorquines, por contra, han demostrado que ofrecen su mejor cara ante retos importantes.